lunes, 29 de julio de 2019

"Bendigo al Señor en todo momento"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La alabanza es la actitud más acertada para expresar la fe... y cuando la fe se expresa por la alabanza, el corazón ya se ha situado en el lugar acertado para que sea la gracia la que active en nosotros la percepción del don, que al acercarnos a Dios, siempre opera en nosotros activa y eficazmente... 

Hay que cuidar la fe como ese grano de mostaza del que nos habla hoy la liturgia, capaz de hacerse grande en nosotros hasta cobijarnos, y a la vez, darnos capacidad de cobijo a nosotros para otros muchos, a fin de que demos vida a nuestro paso, al compartir la luz de Dios, y sembrar así la fe en el corazón de cada hermano que nos encontremos...

Bonito salmo 33 para centrar la mirada en Dios y reconocer al rezar que Dios es bondad, y con su bondad nos ama, enseñándonos a amar...

"Bendigo al Señor en todo momento, 
su alabanza está siempre en mi boca; 
mi alma se gloría en el Señor: 
que los humildes lo escuchen y se alegren. 

Proclamad conmigo la grandeza del Señor, 
ensalcemos juntos su nombre. 
Yo consulté al Señor, y me respondió, 
me libró de todas mis ansias. 

Contempladlo, y quedaréis radiantes, 
vuestro rostro no se avergonzará. 
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha 
y lo salva de sus angustias.

El ángel del Señor acampa 
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor, 
dichoso el que se acoge a él. 

Todos sus santos, temed al Señor, 
porque nada les falta a los que le temen; 
los ricos empobrecen y pasan hambre, 
los que buscan al Señor no carecen de nada"(Salmo 33)...


Pasando por la memoria y el recuerdo a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miramos al cielo suplicantes, pidiendo la intercesión del Beato Tito para pedir la salud para todos ellos, del cuerpo y del alma... y para todos, la conversión a la fe coherente y comprometida, para que la vida cristiana nos lleve a la voluntad de Dios por el camino seguro de la confianza de corazón... -encomendemos el alma de José María Toscana, peregrino con nosotros en esta búsqueda de Dios, y de sentido para pisar sus caminos... él nos podría decir ahora que ciertamente se llega a la meta por este sendero que merece la pena recorrer, apoyados unos en otros, en el gran misterio de la comunión de los santos-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …

2 comentarios:

  1. 29/07/2019

    “BENDIGO AL SEÑOR EN TODO MOMENTO”
    Salmo 33

    Tenemos tantos motivos para no dejar un instante de bendecir al Señor. Es el Dios del amor manifiesto en el otro, especialmente en el más necesitado, olvidándonos incluso de nuestras propias necesidades por amor a Él. Nada seriamos ante los ojos del Señor, si no viésemos a Cristo en todos aquellos que sufren y padecen, que tienen necesidades materiales que esta sociedad acrecienta, que no conocen la Palabra o que la han desterrado de sus vidas en peligro de condena eterna...

    Bendigo al Señor por la Palabra que nos ha dado. Las lecturas del día de hoy son explícitas y poco podemos decir al respecto, pues son de una clarividencia absoluto, solo aconsejaros leerlas despacio y sacar vuestras propias conclusiones. Para mí todo se resume en fe, confianza en la voluntad de Dios y amor.

    En la carta del apóstol san Juan (4,7-16): “Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios... él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados... nos ha dado de su Espíritu... Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él”... Si entendemos y comprendemos la premisa De que Jesús es Dios, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, comprenderemos la inmensidad del sacrificio para redimirnos y para abrirnos los ojos ante la grandeza de quien nos hace caer una y otra vez en las ofensas al Señor. Por mucho poder que tenga Satanás, muchísimo mayor es el amor de Dios, del Espíritu Santo que nos ilumina, de la presencia de Jesús Sacramentado en el Altar, de la oración y de la comunión de los Santos, capaces de vencer cualquier tentación.

    En el Evangelio, según San Juan (11,19-27), nos relata la escena anterior al milagro de la resurrección Lazaro, en la que Marta y Jesús se enfrentan al dolor por la muerte de un ser querido. Sólo la fe de Marta hace que Jesús se compadezca de su dolor y le conceda lo que desea, hace de su voluntad la suya: “Jesús le dijo: -Tu hermano resucitará-.
    Marta respondió: -Sé que resucitará en la resurrección del último día-
    Jesús le dice: -Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?-
    Ella le contestó: -Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo-“...
    Es la fe la que mueve montañas, la que ablanda el Corazon de Jesús, la que hace fundir las voluntades de Marta y Jesús en un solo plan. Esa fe es la que nos mueve a los cristianos a seguir unidos en Cristo Resucitado, unidos en espera de la misericordia del Señor omnipotente, omnipresente y de sabiduría infinita; amor perpetuo y eterno, que nos da la vida después de la muerte.

    A tu compasión y bondad nos acogemos en este blog, Señor. A tu compasión y bondad me acojo, para que escuches mis súplicas. Tú sabes muy bien cuales son, lo que quiero, lo que te pido con una insistencia humilde y cansina, lo que te pedimos todos aquellos que la queremos tanto... Que se haga tu voluntad y no la nuestra... Pero escúchanos, Señor, no nos deje con este desconsuelo, atiende nuestras plegarias, nuestros ruegos y oraciones bañadas en lágrimas. Tú eres todo poderoso y nada hay imposible para Ti. Concédenos lo que te pedimos. Amén

    Pedimos la intercesión del Beato Tito Brandsma. Espíritu Santo, Dios verdadero, guíanos al corazón del Padre, lleva nuestras oraciones y suplicas a lo más profundo de su voluntad; se centro y limite de nuestra comunión de los Santos, forma parte de nuestros sufrimientos, comprende nuestros anhelos para aquellos que amamos con toda nuestra alma y que sufren por su enfermedad. Derrama tus dones sobre nosotros y recoge para el Señor los frutos de nuestro amor por Él y la Virgen María. Amén.

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