lunes, 5 de marzo de 2018

"Jesús bajado de la Cruz y entregado a su madre"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Vino José de Arimatea, miembro noble del Sanedrín, 
que también aguardaba el reino de Dios; 
se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.
Informado por el centurión, de que estaba muerto Jesús, 
concedió el cadáver a José. 
Éste compró una sábana y, bajando a Jesús, 
lo envolvió en la sábana" (Mc. 15, 43.45-46).

Las esperanza cristiana no nos evita el dolor... Tenemos delante el corazón traspasado de la Virgen, con su hijo muerto en los brazos, culminando la "tragedia de las tragedias" de la humanidad... encarnando -porque es lo que Dios vino a hacer a este mundo- tantos dramas injustos e innecesarios como provocamos los seres humanos... sin razón y sin razones, pero con efectos reales e irreversibles...

¿Qué podemos aprender de la Virgen, acercándonos a ella, con Jesús muerto en sus brazos, sostenida por la "sola Palabra" que aún tiene que cumplirse?... ¿Nos atreveríamos a pensar que esta imagen puede ser una "estampa" de la confianza?... ¡¡dolorosa confianza!!... ¡¡¡no!!! ¡¡esperanzada confianza!! que nos quiere situar en otro plano de la realidad, donde aún no nos desenvolvemos, porque no tenemos la fe arraigada al alma...

El cristiano tiene que llegar hasta aquí, para que la vida merezca la pena y busquemos al Señor en los entresijos de la realidad ¡sea la que sea! cultivando nuestra vida para que florezca el Reino...


Estamos en cuaresma... el Señor nos llama a la conversión... pero sólo el amor, convencido de este Amor hasta el extremo, puede incitarnos a querer cambiar de actitudes ante la vida... ante el prójimo... ante Dios mismo... Debemos pararnos a rezar... a pensar... a contemplar... ante el acontecimiento de la Cruz del Señor... Convivimos con mucho dolor... tanto, que sólo en "este dolor" puede verse consolado e iluminado... porque este dolor tiene respuesta... a este dolor le habita la esperanza... Solo que esta esperanza es teologal... Hay que hacer camino para dar con ella... y en el encuentro con esta gracia se iluminará la fe, y podemos -entonces- vivir confiados... 

Con nuestro recuerdo diario por los enfermos del blog, rezamos, también hoy, por todos y cada uno... incluyendo sus familias... elevamos la mirada al cielo acogidos a la intercesión del Beato Tito, y pedimos la salud para todos, a la vez, que la gracia para recorrer esta camino difícil con el corazón en la confianza... El consuelo de la fe es una experiencia objetiva que nos permite trascender, hasta percibir otra realidad, no menos objetiva, aunque sí más honda... No desistamos que estamos en las manos de Dios y su amor nos cubre...
"confiando en el Señor, no me he desviado"... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María