En otra de sus obras escritas en Scheveningen, titulada Mi
Horario, escribe:
El día 29 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, patrón
de los periodistas, terminaba yo de limpiar y de encender la pipa para el
paseo matinal cuando entró en mi celda un soldado alemán y me dijo que debía darle el tabaco,
los cigarrillos y la pipa, porque desde ese momento tenía prohibido fumar.
Afortunadamente, pensé en el dulce Francisco de Sales para
no decir alguna palabra descortés. Vacié la pipa y se la entregué como todo lo
demás.
El pobre guardia lleno de compasión, me aseguraba que la
orden no la había dado él, cosa que yo sabía perfectamente. Y para consolarme,
me decía que podía conservar los libros y el papel que había traído.
Ciertamente que estas dos cosas me eran más necesarias que la pipa y los
cigarrillos.
Taché del horario la palabra "fumar" y continué la
jornada. Ahora me parece que no podía ser de otro modo. Fue algo estupendo que
me permitieran fumar los primeros días que tan difíciles me resultaron.
Hace de su calabozo una auténtica celda conventual. En ese
clima de oración redactó algunos capítulos de una Vida de Santa Teresa que,
completada por otro carmelita, sería publicada en 1946. También escribió las
diez primeras estaciones de un Vía Crucis. Pero, sin duda, llega
espiritualmente a su punto culminante con el precioso poema Ante Jesús escrito
los días 12-13 de febrero de 1942.
Aunque Dios lo sabe, le gusta que se lo digamos... el hombre es un ser débil, desprovisto de fuerzas para cualquier imprevisto... la vida es una aventura difícil de enfrentar... no podemos vivir separados de la raíz.
Todos tenemos problemas, en propia carne o muy cerca de nosotros... hagamos la aventura de la relación con Dios, contemos con Él para recorrer el camino de la vida... acordémonos de tantos hermanos que están hundidos en el dolor y que nuestra palabra y nuestro silencio pueden enjugarle alguna lágrima.
Acudamos a la intercesión del Beato Tito y un día más pongamos nuestro presente ante él para que lo acerque a la Madre, y al Hijo de Ella, que nos espera como cada día.
Ayer nos apuntaron una iniciativa muy oportuna para sumar a esta cadena de oración.
Ayer sábado 4 de marzo se cumplió un año del martirio de cuatro misioneras de la caridad y del secuestro del sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil, ocurridos en Aden (Yemen), a manos de un grupo terrorista islámico.
Incluyámoslo en nuestra oración para que este mártir de nuestro tiempo, que aun está en el campo de batalla, se vea fortalecido por la oración de la iglesia y pronto pueda ver la gracia de su libertad.
Padrenuestro – Ave María – Gloria …
Ayer nos apuntaron una iniciativa muy oportuna para sumar a esta cadena de oración.
Ayer sábado 4 de marzo se cumplió un año del martirio de cuatro misioneras de la caridad y del secuestro del sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil, ocurridos en Aden (Yemen), a manos de un grupo terrorista islámico.
Incluyámoslo en nuestra oración para que este mártir de nuestro tiempo, que aun está en el campo de batalla, se vea fortalecido por la oración de la iglesia y pronto pueda ver la gracia de su libertad.
Hacemos nuestra novena suplicando al Beato Tito su intercesión.
Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de
febrero de 1942 delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.
Cuando te miro, buen Jesús,
advierto
en ti el amor del más querido
amigo,
y siento que, al amarte yo,
consigo
el mayor galardón, el bien
más cierto.
Este amor tuyo -bien lo sé-
produce
sufrimiento y exige gran
coraje;
mas a tu gloria, en este duro
viaje,
sólo el camino del dolor
conduce.
Feliz en el dolor mi alma se
siente:
la Cruz es mi alegría, no mi
pena;
es gracia tuya que mi vida
llena
y me une a ti, Señor,
estrechamente.
Si quieres añadir nuevos
dolores
a este viejo dolor que me
tortura,
fina muestra serán de tu
ternura,
porque a ti me asemejen
redentores.
Déjame, mi Señor, en este
frío
y en esta soledad, que no me
aterra:
a nadie necesito ya en la
tierra
en tanto que Tú estés al lado
mío.
¡Quédate, mi Jesús! Que, en
mi desgracia,
jamás el corazón llore tu
ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu
presencia
y todo lo embelleces con tu
gracia!
Señor Dios nuestro amante de
la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche
oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las
persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde
siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas,
renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar
por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así
lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su
canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.