martes, 10 de octubre de 2017

"...padeció bajo el poder de Poncio Pilato..."


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Padeció bajo el poder de Poncio Pilato"
El misterio de Cristo, Dios y hombre verdadero, lo vemos del todo enmarcado en la historia... situado en el tiempo... sometido a las circunstancias... no es nuestra fe una ideología, sino una experiencia con datos y efectos... con consecuencias reales...

La Redención, como la Encarnación, es un acontecimiento que no se sale de lo real, sino que más bien lo explica y nos facilita la lectura de los hechos, que según desde el plano que los valoremos, obtendremos unos efectos u otros... el pecado mediatiza y condiciona, quedándose con la libertad del ser humano, y Dios que lo sabe y le importamos, toma la iniciativa de hacer frente y luchar a favor nuestro, para obtenernos la victoria y ayudarnos a conquistar la  libertad... 


Cuando nos paramos ante los hechos, no con espíritu critico, sino contemplativo... receptivo... el Espíritu nos va trabajando y vamos tomando conciencia del precio a que fuimos comprados... la vida cristiana tiene hoy los mismos efectos ante el poder y la cultura del momento... los valores del reino son eclipsados por la inmediatez de los ídolos y mantenernos en la brecha tiene el riesgo de hacernos esperar, para ver a Dios, vencer a las fuerzas oscuras del mal...

El ejemplo de Jesús puede darnos impulso o acobardarnos... por nuestras solas fuerzas, ciertamente volveremos la mirada atrás... si quien estaba en el cielo, y es Dios mismo, no le importó llegar hasta nosotros y hacer este camino de dolor para encender nuestra esperanza, seamos valientes y hagamos ante Él un acto de fe, reverente... decidido... firme... agradecido... 


Vamos a rezar como cada día, porque cada día valoramos más nuestra fe... el dolor es parte de la vida pero hay respuesta eficaz para iluminarlo... pensemos unos en otros y tendámonos la mano de la oración... recordemos en especial a los enfermos del blog... todos, uno a uno...-incorporamos hoy a Mercedes Castro que padece glaucoma y tiene que ser intervenida y necesita un apoyo para estos momentos que suman dificultad a su situación de minusvalía-... miramos al cielo, porque allí está nuestra paz... acudimos a la intercesión del Beato Tito, y ponemos en común nuestras súplicas... no dudamos que nuestra fe, dará fruto por la confianza... en El Señor ponemos nuestra mirada y aguardamos pacientes su misericordia...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …