martes, 14 de diciembre de 2021

"El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Quienes se encuentran con Jesús, por su palabra son devueltos a sí mismos... lo vemos hoy en el evangelio ¡magistral lección la que da Jesús a los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo!... "no siempre es oro todo lo que reluce", dice sabiamente un refrán; de ahí, que no debemos hacer juicios ligeramente, porque a veces, las apariencias engañan, y la verdad de cada uno, sólo queda manifiesta ante Dios, que es quien nos sigue hasta el final...

Los más seguros de sí mismos, corren el peligro de quedarse a medio camino, disociando mucho la teoría de la práctica en la ejecución del bien, porque en el fondo, el ser humano, sólo si la gracia de Dios le socorre, logra mantener la dirección correcta en el camino de la vida... por nosotros mismos, no podemos mantenernos en el bien, la sinceridad, la verdad...

Jesús, que nos conoce bien, nos da hoy una lección práctica de lo que tantas veces nosotros experimentamos... Seamos humildes, aceptemos la advertencia y revisemos nuestras actitudes... el adviento avanza y debemos prepararnos para recibir a Dios mismo, que viene a habitar entre nosotros, dispuesto a iluminar las sombras que nos impiden acoger la gracia y la salvación que brota de la fe por su misericordia... Recemos con la liturgia el salmo 33, bendiciendo al Señor, y dando gloria a su nombre...

 "Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. 

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. 

 El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. 

 El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él" (Salmo 33)...


Pensemos, recordemos, recemos... los enfermos del blog vienen con nosotros haciendo camino a la confianza de corazón... acerquemos nuestra fe, a la fe de cada uno de ellos, y miremos al cielo suplicantes, humildes, seguros, creyentes... Ayudados por la intercesión del Beato Tito, pongamos ante Dios nuestras plegarias e insistamos en la salud de todos para que la gloria de Dios reflejada en ellos, acerque a nosotros y a nuestro mundo la luz de Belén, que nos permita dar cobijo a Jesús que nace, y viene a quedarse entre nosotros para enseñarnos el amor verdadero...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria..