lunes, 5 de febrero de 2018

"Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Dijo Jesús a los que habían creído en él: 
"Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; 
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn. 8, 31-32).

La verdad contenida en la revelación es la que nos da las pautas para ser libres... El preámbulo para fiarnos de "esta Palabra" es la fe, y la fe es el vínculo que nos une a Jesús... No se es discípulo de Jesús desde lejos, ni olvidando sus propuestas... pero sí que es cierto que tenemos que adherirnos a ellas, en contacto con lo real y asumiendo a la vez, la "desproporción" que separa el ámbito donde nos movemos habitualmente, del ámbito donde él nos quiere situar... 

Es un proceso la oferta de Jesús a nuestra vida, con la ventaja de que no vamos solos... Hacemos este camino poniendo nuestros pies en sus pisadas, al eco de su voz recogida en su palabra... No se trata sólo de escuchar, que es fundamental; sino de permanecer... Tenemos que enraizarnos en la Verdad, para que podamos desprendernos de todo lo que no nos permite ser libres, aunque incluya hacer lo que queremos... ¡¡es tan fácil engañarse a uno mismo!!...


La libertad a que nos invita Jesús, es amar hasta el extremo... gratuitamente... dejando fluir el don que somos, que no se agota en el tiempo, ni tiene por qué responder a nuestras expectativas... nos realiza en un nivel más alto que el puramente natural y nos abre perspectivas que mientras vivimos despistados nos pasan desapercibidas...

Ser libres es perder el miedo a lo temporal y descubrir lo temporal incluido en lo eterno, que es donde tenemos que darle consistencia, para que su raíz traspase el tiempo sin rompernos a nosotros... seguros de donde termina el trayecto que comenzamos al nacer, y del que ya no nos podemos desligar jamas, por muy lejos que nos encontremos de esta conciencia... Precisamente a despertarnos a este don, es a lo que Jesús empeña su vida... su tiempo... su ser... su vivir... Ésta es su llamada y este es nuestro don: adherirnos... desplegar... fluir... ser eternos en el tiempo, expresando el reino y convocando a muchos al mismo don...


La fe en Jesús es el vínculo también de nuestra comunión... la oración, con la que miramos al cielo y donde nos vemos unos a otros, es nuestra necesidad cotidiana donde damos de comer a la confianza... Pensemos unos en otros y recordemos a los enfermos del blog.. a todos, uno a uno... también a sus familias... -Lola necesita mucho en estos momentos de la oración de todos... Se prepara para un tratamiento muy agresivo y comienza un aislamiento prolongado. Tiene cuatro hijos pequeños y un diagnostico muy complicado... seguro que le podemos ayudar y que Dios cuenta con la fe de todos para actuar-  Sabemos que son más, los que atraviesan una situación difícil, y para todos es nuestro interés y nuestra comunión...  nos acogemos a la intercesión del Beato Tito, porque nuestra pequeñez necesita también impulso de los que han confiado hasta al final antes que nosotros y han visto coronado su salto al vacío, cayendo en las manos poderosas y estables del amor infinito de Dios... Como ellos, sabemos que no quedaremos defraudados... nuestra fe suplicante... insistente.... perseverante... florecerá en su día, con flores de colores para todos, en la paz del momento presente...
"confiando en el Señor, no me desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria