viernes, 14 de enero de 2022

"Cantaré eternamente tus misericordias, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Resalta poderosamente en el evangelio de hoy el gesto de los que acercan a Jesús al paralítico... el milagro de hoy no lo hace la fe del paralítico, sino la fe de los que le llevan a Jesús, quizás porque ellos fueron antes llevados, y volvieron también socorridos...

La fe es un milagro permanente que no tiene siempre que ser premiada objetiva y materialmente para que sea efectiva y eficaz... los milagros que sacamos a la fe son en función de la misma fe; no es un premio, es un peldaño para elevar la mirada sobre las cosas y centrarnos en lo esencial, situados en otra dimensión, otros intereses, otros objetivos; permitiendo a Dios que nos conduzca y nos madure para lo verdadero...

Hoy en el evangelio queda subrayado el poder de la intercesión... también nosotros acercamos cada día a Jesús a los que por sí mismos no pueden hacerlo, o encuentran dificultad para llegar a Él... Demos gloria a Dios reconociendo las maravillas que obra en nosotros por su misericordia y ordenemos nuestros valores a la luz de su Palabra... acojamos el perdón de nuestros pecados que es la mayor parálisis que podemos padecer, y, creamos en Jesús... vayamos con él sin dejar de llevar a los que no pueden llegar por sí mismos hasta Él... recemos el salmo 88 con la Iglesia, alabando a Dios y dando gloria a su nombre...

"Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. 

Porque tú eres su honor y su fuerza,
y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo
y el Santo de Israel nuestro rey" (Salmo 88)...


Recemos unos por otros, pensando, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que la intercesión del Beato Tito nos lleve al cielo nuestras súplicas, y la bendición de Dios, derramada sobre cada uno, les conceda la salud, y la gracia de la conversión para pisar caminos de vida, acercando el Reino a la tierra, llevando los hombres a Dios, para que podamos convivir y amarnos, como somos todos amados en el corazón de Dios...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria..