jueves, 25 de mayo de 2017

Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El Espíritu Santo, "Autor de la Obra de la Gracia" en el alma de cada uno de nosotros, sabe proporcionarnos lo que nos facilita descubrir, vivir y crecer la fe... Él, que conoce nuestra masa -como dice el salmista- "se acuerda de que somos barro", con su Presencia discreta, continua, eficaz... va haciendo hijos de Dios, dejando impresas en el alma las actitudes que provocan sus dones y frutos...

Cuesta enfrentarse a ser cristianos... asumir el reto de incluir la respuesta a la fe, empezando por incorporar a nuestra vida la Gracia... el pecado nos impide discernir entre el bien y el mal, haciéndonos creer que son realidades subjetivas, que determinamos nosotros, según las modas del momento -a todos los niveles y en todos los terrenos-... y sabemos que nos engañamos... pero no tenemos la valentía -tantas veces- de decirnos la verdad y asumirla de manera coherente...

Dios, que pensó la vida, la dibujó para nosotros y nos puso en ella para enseñarnos a vivir, no ha desistido todavía en su objetivo, y nos busca sin cesar para poderlo llevar a cabo... Vino Jesús en persona a enseñarnos, porque el hombre no volvía al camino, despistado por la codicia y la soberbia, en lo más exterior de las cosas, creyéndose dueño de lo que no es suyo... ¡¡y tampoco!!!

Es ahora el Espíritu, quien lo quiere generar en los que "vengan ya de vuelta", reconociendo que sólo hay un camino para vivir... que es eterno, como nosotros... y que tenemos que ser conducidos, para que nuestros pies avancen y no desviemos la dirección que marca esta Luz, y que nos permite caminar acompañados...

Esta Presencia, que es Persona, distinta de mí... tiene que ser acogida, deseada, invocada... venimos suplicando su llegada y seguimos disponiéndonos a recibirle... 

"Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;don en tus dones espléndido.
Luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,"
"tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego".


Es necesario reponer fuerzas -salir de la monotonía- nosotros los peregrinos de la confianza, que pasamos ahora por este camino pedregoso, lleno de dificultades, difícil de transitar... llevamos dentro este reclamo, que cuando se hace presente en algún gesto, vemos en ello despertar nuestra esperanza...

Cuando hablamos de tregua, respiro, descanso... todos traemos a la memoria alguna estampa -de las que guardamos en nuestro recuerdo- donde quisiéramos regresar... y es que sufrir gasta... pero Dios es bueno y no nos hace una encerrona haciéndonos pasar por aquí... Él mismo es consuelo si le dejamos serlo... es brisa si nos acercamos a su don...

"tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego".


Tenemos que usar el arma de la oración casi constante y continua... necesitamos de Dios, de su gracia, de su don... Ayudemos a nuestros enfermos, reforcemos la comunión entre todos y no desconfiemos...

Acudamos al Beato Tito, "CRUZ DE GUÍA" en nuestro peregrinar en la confianza, para que interceda, como cada día, ante la Madre del Cielo y su Hijo, por los enfermos de nuestro blog... por todos, uno a uno... para que sientan el consuelo, la esperanza, la fortaleza, la fe... recobren la salud y no se descuelguen nunca de la confianza de corazón...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …