miércoles, 16 de agosto de 2017

"La lujuria"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Tener conciencia de pecado y reconocerse pecadores, es un principio de realidad que nos sitúa en nuestra condición de criaturas y nos dispone a buscar la fuerza en el Señor, en su gracia y en su misericordia...

El pecado "de lujuria" se ha sacado de la lista de los pecados capitales por el hombre y la mujer modernos, sin darnos cuenta que el progreso, la madurez y la integridad del ser humano, se conquistan con la responsabilidad, el esfuerzo, el dominio propio y el uso adecuado de la libertad...

No es un tema subjetivo el pecado, ni es el hombre quien pone límites a su actuar... y cuando entramos en ese terreno y marcamos nosotros las pautas, invertimos el orden según nuestros intereses y provocamos el caos, haciendo uso inadecuado de lo que Dios quiere...

El pecado de lujuria en nuestro mundo se ha socializado... y estamos cayendo en el error de dejarnos llevar por la corriente... el relativismo y la permisividad, inducen al desorden moral, y esa cizaña, daña el trigo que quiere florecer en nosotros...


Despertemos del letargo en que nos quiere mantener la cultura actual, y seamos portadores de otro mensaje más sobrio... pero más eficaz, trasformante y duradero...

Podemos expresar el Reino con nuestras actitudes, pero tienen que brotar de otra profundidad y de otro nivel, que incluya lo primario -porque Dios así lo quiere- pero que se sitúe por encima de ello... el propio del ser humano, con la dignidad de hijos de Dios, fraterno y solidario...


Es bueno que perseveremos en la oración y elevemos cada día la mirada al cielo, seguros de que hay una Voluntad superior, que conduce nuestro destino... este gesto, cada día, nos va educando y acercando a la luz y la verdad, disponiéndonos a responder adecuadamente a la gracia...

Recemos, entonces, unos por otros... recordemos a los enfermos del blog y sus familias... a todos, uno a uno... pidamos la intercesión del Beato Tito y pongamos ante él nuestras súplicas... queremos la salud del cuerpo y también la del alma de todos los que hacemos este camino de confianza... que no nos falte la fortaleza... el consuelo... la esperanza... la paciencia... y que por la fe, nos mantengamos firmes en la confianza... queremos distinguirnos por ello...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …