miércoles, 13 de marzo de 2019

"Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El tema que atraviesa hoy la liturgia nos atañe a todos: LA CONVERSIÓN... y lógicamente, la conversión supone el pecado, que tan sutilmente genera el egoísmo, en el que todos estamos implicados... en cambio, sólo quien se atreve a hacer suyo los sentimientos recogidos en el salmo 50, se sabe prisionero de esta lastra e incapaz -si la gracia no le asiste- de salir de ella, y desplegar la vida en el bien, la verdad, la bondad, mostrando al vivir el rostro creativo de las capacidades concedidas por Dios al ser humano con que expresar en el mundo el don de su Reino: su voluntad...

La vida no es para competir, sino para crear espacios de convivencia bajo la tutela del amor, la paz, la justicia, que nos permita sentirnos hijos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros... Nada mejor que la cuaresma para incorporar a nuestra vida actitudes coherentes, ante tantos dones recibidos y tan mal empleados tantas veces, centrados en nosotros mismos sin dar frutos de vida a nuestro paso...

Recemos con la Iglesia el salmo penitencial por excelencia y guardemos en el corazón su contenido para saborearlo lentamente a través de los días, mientras nos acercamos a la conversión y nos trasformamos en lo que somos, hijos de Dios, creados por amor y para amar...

 "Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;

un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias" (Salmo 50)...



Recemos unos por otros y pongamos en el centro de nuestra oración a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... -tengamos un recuerdo especial hoy por Cristina Macías Castro, que se debate en la lucha dura de la enfermedad, y por los suyos que sufren con ella esos momentos tan desbordantes para nosotros; ayudémosles a mantener la confianza, fiándonos de Dios, aunque sin entender su actuar- ...Que la intercesión del Beato Tito nos eleve la mirada al cielo y presente a Dios todas nuestras súplicas, para que el cielo descienda su gracia hasta cada uno y les cure y conforte, dejando reflejar en nosotros su gloria, impulsándonos a la fe madura y la verdadera conversión...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...