lunes, 23 de agosto de 2021

"El Señor ama a su pueblo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando pasa la muerte ante nosotros y se lleva uno de los nuestros, nos sentimos cimbrear desde dentro... El tiempo es camino, la vida es eterna... el misterio nos enfrenta a lo real y nos despierta de la modorra a que nos llevan las cosas que tan fácilmente nos desorientan el norte... pero el misterio no se defiende, el misterio tiene otro lenguaje y otro contexto para expresar su don, y darnos de su riqueza el consuelo y la esperanza que necesitamos para seguir haciendo camino, los que aún no hemos llegado donde vamos...

La Virgen Reina ¡¡sugerente fiesta litúrgica ayer!! acompañó el tránsito de Adriana a la vida eterna, para coronar su fe y su talante de alma grande... Adriana, de impronta singular, entregada a la confianza en su largo camino de dolor, saborea ya la misericordia de Dios y su fidelidad, donde se apoyó al hacer camino... Adriana nos deja un gran vacío y un buen ejemplo... gracias a la comunión de los santos, podemos mantener los vínculos creados por la fe, aunque el umbral del tiempo nos marque una distancia de nivel, que no por ello deja de ser activa y efectiva... 

Cuando rezamos con fe, seguros de que somos amados, la oración nos acerca la paz en su Voluntad y sembramos en tierra fértil nuestro querer... Dios tiene designios para nosotros de paz y no de aflicción, nos promete en su Palabra, un porvenir y una esperanza... Adriana es ya un testigo de esta verdad y su intercesión por nosotros se hará luz en nuestro caminar y certeza en nuestra alma... 

"Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. 

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. 

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles" (Salmo 149)... 


Con el pensamiento en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... volvemos a mirar al cielo suplicantes, necesitados... Por la intercesión del Beato Tito, queremos recibir para ellos la salud, del cuerpo y del alma... y para todos, un impulso para alistarnos a los seguidores de Jesús, maestro de vida, que nos quiere conducir a sus caminos, que tienen por ley el amor, y los frutos que del amor florecen...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...