miércoles, 30 de octubre de 2019

"Yo confío, Señor, en tu misericordia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La apuesta de la fe, la gana o pierde, la confianza; y Jesús es determinante al retarnos a esta actitud... ¿Tan fácil y tan difícil puede resultar la propuesta? justamente... nos jugamos todo a la sola carta de poner el centro en Dios mismo o en nosotros; Dejarnos conducir por quien sabe dónde vamos, o avanzar campo atraviesa sin más rumbo que nuestros objetivos, manipulados por nuestros deseos, haciéndonos creer que podemos dominar la existencia; y lo que conseguimos es entregar nuestra libertad a los modelos de turno, que a nuestro paso se van desvaneciendo sin realizarse... porque, separados de la raíz, el fruto no sazona, ni florece...

¡¡La confianza!! perla preciosa de la fe... acertada actitud que el ser humano debe adoptar al vivir, seguros de que Dios no nos ha creado para utilizarnos a su libre albedrío sin contar con nosotros ¡¡qué va!! somos nosotros los que no aceptamos pisar sus caminos, que conducen a la verdad y hacen la vida habitable y vivible, empeñados en dominar la existencia desde nuestros intereses, recortados a nuestra medida, egoísta e interesada...

También hoy la liturgia nos da las palabras oportunas para dirigirnos a Dios y cobijarnos en la súplica confiada, que dé a la fe, el soporte donde descansar la paciencia, mientras florece...

"Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: «Le he podido»,
ni se alegre mi adversario de mi fracaso. 

Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor
por el bien que me ha hecho" (Salmo 12)...


Volvamos a rezar, también hoy, unos por otros, porque todos nos necesitamos y todos nos hacemos falta... Con la oración llegamos a todos, porque también es verdad, que todos dependemos del mismo aliento... Suplicamos para ellos, la salud y la gracia, para todos los que cada día acercamos al Señor... Con la intercesión del Beato Tito, ponemos en acto nuestra confianza, y con nuestro acto de fe, fortalecemos la comunión y acogemos la gracia y el consuelo que Dios nos da...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …