domingo, 22 de noviembre de 2020

"El Señor es mi pastor, nada me falta"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia cierra el año cristiano con la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, dejando "recapituladas en Él todas las cosas", porque suya es la victoria y en Él hemos sido salvados... Rey, de un Reino, que no es de este mundo, y que debe cuestionar los valores de este mundo, ya que al final, sólo vencerá el amor, que es lo que será eterno...

La Palabra que sirve la Iglesia hoy en su liturgia, es tan concreta y práctica, que no podemos evadir su mensaje... este Rey, nos recibirá en su Reino si nos decantamos en la vida por la misericordia... un Rey atípico, que se identifica con los últimos, porque en todos dejó impresa su imagen, aunque a veces, oculta detrás de otras apariencias, que hemos creado los humamos...

¡¡Qué equivocados estamos cuando centramos la vida en el "buen vivir" ambicionando injustamente lo que debe ser compartido!!... nuestro mundo, insolidario, injusto, enferma de muerte por la codicia en todas su formas... y Jesús, que nos ama, alza la voz hoy, poniéndonos delante la verdad última a la que nos enfrentaremos todos, "precavidos" o "desprevenidos", según donde hayamos gastado el tiempo... Bonito salmo 22 para descansar en la misericordia que anhelamos y deseamos, y que Dios nos concede, si la practicamos también nosotros...

"El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. 

Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. 

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término" (Salmo 22)...


Acudamos al encuentro diario con los hermanos... recemos unos por otros y recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... el dolor, a veces, fortalece la fe, y otras la languidece... Seguros de nuestra pequeñez, miremos al cielo, porque desde allí podemos ser socorridos y ayudados... acudamos a la intercesión del Beato Tito y aunemos nuestras súplicas... pidamos la salud para todos y escuchemos a Jesús que también quiere algo de nosotros... la gracia es una fuerza eficaz que hemos de valorar, apreciar, procurar y agradecer... incorporarla a nuestra vida sólo nos enriquecerá y aportará nuevos dones... hagamos lo que Dios quiere, que Él también hará lo que queremos nosotros...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria