miércoles, 25 de octubre de 2017

"Vosotros sois la sal de la tierra"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se vuelve sosa, ¿con que la salarán?
Ya no sirve para nada, mas que para tirarla y que la pise la gente" (Mt. 5,13).

Es Jesús mismo, quien después de proclamar las bienaventuranzas, indica los efectos que el discípulo del Reino tiene que expresar al vivir y al convivir, para que el "proyecto" de Dios vaya tomando forma en nosotros y entre nosotros, y comience a producirse la trasformación que aporta la gracia a la persona, dando a luz un hijo de Dios...

El discípulo entonces es una presencia discreta, pero eficaz... se diluye entre los suyos y en su entorno, pero aporta, como pequeños sorbos, gestos simples -llenos de contenido- que dan "sabor", y condimentan cada situación, que nos sale al paso, en el vivir de cada día... 


Tenemos el peligro de amoldarnos a los principios que imperan, según las modas de turno... si no cribamos nuestra mentalidad en los criterios del evangelio, y encima nos hacemos llamar cristianos, estamos desvirtuando lo más genuino de este don... gráficamente expresado por Jesús, como "volviendo sosa la sal"...

La coherencia es fundamental... tomarnos en serio esta sentencia del Maestro, es acercar el oído del corazón a la Palabra de Dios, y dejar que Ella nos transforme... si lo hacemos con una actitud adecuada, no tenemos más que abrirnos y dejarla penetrar... Ella, una vez que sale de la boca de Dios, no vuelve allá sin fecundar... aunque los frutos tengan que madurar y no sean inmediatos... si perseveramos en la escucha, la misma Palabra sazonará nuestros actos y será en nosotros, "sabor" percibido... degustado... repartido... dado...


La oración es alimento del alma y sazona también lo que va saliendo a su paso... recemos pues con este deseo y con esta esperanza... el don de Dios tiene que poseernos para que podamos darlo... vamos a rezar entonces unos por otros, haciendo camino en comunión... recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... acudamos a la intercesión del Beato Tito y pongamos en común nuestras súplicas... miremos al cielo y presentemos cada necesidad en la confianza de que Dios nos escucha siempre... 

Tengamos también un recuerdo especial por algunos miembros del blog que nos han encomendado la necesidad de encontrar trabajo, algunos en primera persona y otros en tercera, pero con mucho interés y con verdadera necesidad... 

No nos olvidemos que la fe, si la acompañamos de obras, es más efectiva y eficaz... y los milagros derivan de la fe... fe confiada... la que tenemos los peregrinos de la confianza, a la sombra del gigante Beato Tito... 
"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …