martes, 30 de mayo de 2017

riega la tierra en sequía...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Riega la tierra en sequía, 
sana el corazón enfermo,"

A veces somos dominados por la aridez, la apatía, la monotonía, la desgana... las circunstancias manipulan nuestra libertad y somos atrapados...

"Las sombras", que al sol dan respiro; si se proyectan en días sombríos, adelantan la noche... el ser humano, desprovisto de la gracia, puede "soñar despierto", pero "no vivir soñando", porque ¡¡vivir!! no es sumar días a la existencia... Portamos un reclamo dentro de nosotros mismos, que no cualquier agua puede saciar... necesitamos a Dios... tengamos la humildad de reconocerlo y clamemos ante Él... 

Para recibir el Espíritu, hay que desearlo desde las actitudes vitales... no podemos hacer "conquistas infantiles", pidiendo cositas que hoy son, y mañana no son porque ya las queremos de otra manera... sólo con el Espíritu dentro de nosotros, podemos llevar a cabo la Voluntad de Dios... acercar el Reino a este mundo y sentirnos miembros de la gran familia de los hijos de Dios, que nos hace hermanos unos de otros...


Ahora que sabemos, con qué contamos si hay Espíritu, y qué nos perdemos sin Él, es muy fácil alimentar el deseo, dando nombre a lo que nos aporta, trasmite, concede, comunica al alma... viendo claro nuestro desvalimiento, nuestra pobreza, nuestra necesidad... 

Susurremos... clamemos... invoquemos... anhelemos... pero suplicando, como el pobre que "le va todo" al alzar la vista y extender la mano:

"Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don en tus dones espléndido.
Luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.


Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
mira el vacío del hombre, si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento".

"Riega la tierra en sequía, 
sana el corazón enfermo,"


Lógicamente al rezar, no pensamos sólo en nosotros mismos... nuestra ruta se camina en racimo y no queremos separarnos unos de otros... rondamos con la mirada -hay cierta complicidad entre estos peregrinos- a ver quién tiene que tomar primeros puestos, que vamos casi rotando, según el momento de cada uno... porque todos estamos en un trance difícil... ¡¡¡qué bonito descentrarse cada uno de sí y ocuparnos unos de otros!!! sin duda es como más recibimos...

Carmen, que fue la primera peregrina a la confianza de manos del Beato tito, necesita hoy de algo que ella tan generosamente no se guardó para sí, sino que quiso compartir con todos, LA ORACIÓN AL BEATO, que ya dio sus primeros frutos, pero era preciso cosechar muchos más, para que la raíz de nuestra confianza, tenga una consistencia que no se tambalee ante las tempestades inevitables de la vida... su salud ha sido el cauce que Dios ha utilizado para el crecimiento en la fe de todos y estamos agradecidos tanto a ella, como a la iniciativa por parte de Dios que lo hizo posible... Mañana será intervenida de nuevo, y hay que conseguir lo que nos falta, porque no se pueden quedar las cosas a medias...

Recordamos igualmente a todos los enfermos del blog, uno a uno, que con tanta ansia miramos al cielo cada día, amparándonos en la intercesión del Beato Tito, para que la Madre del cielo y su Hijo, nos devuelvan en gracia nuestros suspiros, acrecentando la confianza, la fe, la esperanza, la fortaleza y la salud del alma y del cuerpo, para que demos gloria a Dios y nos alistemos a sus filas, con un corazón convencido y convertido...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …