sábado, 4 de diciembre de 2021

"Dichosos los que esperan en el Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


En las mismas manos de sus discípulos son prolongadas las obras de Jesús, por el don inmenso de la fe... apreciamos poco esta gracia, aturdidos por las ofertas paganas que ofrece a raudales nuestro mundo, llevándonos al engaño... Adviento es una nueva oportunidad, que la paciencia de Dios vuelve a acercar una vez más hasta nosotros, para que nos abramos a la misericordia, y pisemos nuevos caminos que llevan a la paz...

No es, la escritura, cualquier Palabra... la fe cristiana es revelada; es Dios mismo quien nos manifiesta quién es, cómo nos pensó, y qué quiere de nosotros... Dios no es una idea; ciertamente nos sobrepasa tanto, que si él no se acerca, nosotros no lo alcanzamos; pero ya lo hizo; ahora, es la liturgia quien lo vuelve a hacer posible, y nosotros los que podemos, en ella, acoger el don...

Seguimos pisando el adviento encendiendo la esperanza en nosotros... la Virgen nos enseña en su alma los tesoros de la gracia, y nos acercamos a ella avanzado la novena de preparación a su fiesta... La liturgia nos sirve hoy el salmo 146 para que la alabanza resuene dentro de nosotros elevándola al cielo para gloria de Dios...

 "Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel. 

Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.

Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados" (Salmo 146)...


Acudamos a nuestro punto de encuentro y elevemos el corazón a Dios presentándole, como cada día, las necesidades de las personas que amamos y con las que vamos avanzando en la vivencia de la fe y la confianza... Pedimos la salud de los enfermos del blog, encomendándonos a la intercesión del Beato Tito, en el deseo de que el cielo nos escuche, y seamos socorridos y ayudados en esta etapa difícil de la vida, de donde queremos cosechar -a su tiempo- frutos de vida, para nosotros y para otros muchos que caminan a nuestro lado...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria..