martes, 29 de junio de 2021

"El Señor me libró de todas mis ansias"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¿Qué dicen de mí los que viven contigo? escuchamos hoy preguntar a Jesús en el evangelio... y tú, ¿quién dices que soy? ¡¡también hay pregunta para cada uno!!... aquí está la verdadera cuestión planteada por la liturgia ¿qué dices tú?... Ojalá nos atrevamos a responder y respondernos, porque, como sabemos, esta pregunta es presente; la liturgia pone alma a esta Palabra hoy para nosotros, y es Jesús quien la hace al corazón de todo el que se acerca a su Palabra dando cuerpo y aliento a su fe...

A Pedro la respuesta le viene dada de lo alto; el Espíritu desvela al alma certezas que a la razón y los sentidos se les pasa por alto... no se conoce a Jesús sacando conclusiones, ni haciendo objeciones a lo que le escuchamos decir... la luz de la fe nos penetra de dentro a fuera, si nuestra actitud no es defensiva, ni altanera, sino humilde y respetuosa, sabiéndonos delante de lo que nos queda grande y nos sobrepasa...

Jesús es Dios, y saber eso, o lo hace en nosotros el Espíritu, o no lo sabremos nunca... Recemos la Palabra de Dios cada día con actitud de escucha orante; en ella está la sabiduría y su misterio es quien puede darnos acceso a la fe.... no cualquier forma de creer, sino la fe como talante, como experiencia vital, que nos va configurando en otro saber, gustar, conocer, interpretar... es obra de la gracia...

"Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. 

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él" (Salmo 33)...


Pensemos y recordemos, como cada día, a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Recemos por todos, llevando al cielo, por intercesión del Beato Tito, el clamor de cada uno, y las necesidades más urgentes que cada uno necesite remediar... Mantengamos la esperanza y la fe, y que no desfallezcan nuestros ruegos, en la confianza de que somos escuchados y cosecharemos frutos abundantes de esta siembra oscura y penosa...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria