lunes, 14 de octubre de 2019

"El Señor da a conocer su victoria"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La conversión es la verdadera consecuencia de la fe... Si la fe no se nos pega al alma por la experiencia personal de Dios, difícil madurar por la relación, hasta crear vínculos objetivos, que nos amplíen las perspectivas a lo trascendente...

La fe no puede ser nunca un mecanismo interesado, centrado en nosotros mismos y lo nuestro, para obtener beneficios ¡¡nada más lejano que esto a la fe!!... La fe es la inclusión de todo lo que es real -no imaginario-, bajo la iniciativa de Dios, incorporando nuestra vida a su proyecto, dejándonos conducir por su Palabra, hasta llegar a su Voluntad...

Este proceso de acercar la distancia, desde donde estamos, hasta donde vamos; es la conversión... camino que se recorre por la fe, dejándonos iluminar por los valores, los criterios, las preferencias de Dios, que Él mismo nos ha revelado en su Palabra, y que nosotros creemos que en ello está la verdad y la fortaleza para realizarlo, haciendo frente a lo que se opone a esto, y que tanto nos seduce y nos tienta, con otras voces...

También hoy la liturgia reza, como ayer, el salmo 97, dando testimonio del obrar admirable de Dios, invitándonos a dar gloria a su nombre...

"Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. 

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad" (Salmo 97)...


Pensemos, recordemos, recemos, por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo, renovando nuestro acto de fe en el poder de Dios y su misericordia, y acudamos a la intercesión del Beato Tito para presentar nuestras súplicas a Dios, y éstas nos sean devueltas, tocadas por la gracia, dando frutos a nuestro fe, del ciento por uno... Que su gloria se refleje en cada uno y entreguemos nuestro corazón a su Voluntad, comprometiéndonos con el Reino, hasta que lo mostremos al mundo en que vivimos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …