jueves, 20 de febrero de 2020

"Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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¿Conocemos a Jesús por lo que dicen otros de él, de oídas, o sabemos quién es por la fe, y le proclamamos Señor y Mesías, como hace hoy Pedro en el evangelio?... La fe es un don de lo alto y tenemos que disponernos a acoger, y será bienaventurado quien reconozca dentro de sí la gracia de esta presencia que ilumina, conduce, fortalece, sostiene...

No obstante, el evangelio proclamado hoy en la liturgia, tiene una segunda parte muy comprometida que ojalá nos toque el alma y nos situemos al vivir en el verdadero terrero de la fe, que como bien señala Jesús, es "pascual", e incluye el dolor, el misterio, y nos eleva la mirada a los mismos ojos de Dios, reconociendo que sus caminos difieren de los nuestros, en altura, anchura, longitud, y distancia...

Afinemos la percepción de la realidad en el plano objetivo de la fe, y seamos coherentes... si somos sinceros, hemos de reconocer que después de todo, y a pesar de todo, todo es gracia... y Dios nos la concede siempre... Centremos hoy el acto de fe y alabanza en el salmo 33, rezado hoy en la Iglesia para gloria de Dios y alimento de todos...

"Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. 

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias. 

Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,

él lo escucha v lo salva de sus angustias" (Salmo 33)...

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Volvamos a rezar para que de verdad despertemos al deseo de Dios sobre nosotros, y se realice con nuestra adhesión a ello -en cada uno- la obra de la gracia... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo amparándonos una vez más en la intercesión del Beato Tito, para que presente ante la Virgen y su Hijo nuestras súplicas confiadas... Sabemos que pedimos milagros, pero es aquí donde se pueden pedir, y desde aquí, de donde se pueden esperar... cultivemos la fe hasta recoger sus frutos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …