miércoles, 2 de marzo de 2022

"Misericordia, Señor: hemos pecado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia hoy da un parón grande al Tiempo Ordinario e inicia un nuevo tiempo fuerte con carácter penitencial, que tiene objetivos concretos para la gracia y la fe... estrenamos la Cuaresma que nos encamina a la Pascua y nos facilita trabajar las actitudes para acoger la salvación con el alma bien dispuesta, llamándonos para ello a la conversión... El evangelio de la misa de hoy es sugerente; nos señala un esquema práctico con que mantener la dirección durante todo este tiempo, que culminará en el gran acontecimiento que condensa nuestra fe, la Resurrección de Jesús, su Triunfo sobre el mal, el pecado y la muerte, abriéndonos las puertas de la Verdadera Vida para que al fin podamos vivir para siempre... 

La limosna, la oración y el ayuno, será la dinámica de este tiempo litúrgico que nos intenta poner de manifiesto que el pecado se combate con las armas que favorecen y facilitan la gracia, y es la misericordia de Dios quien se empeña una vez más en ofertarla a los cristianos para que no sea inútil en nosotros su amor hasta el extremo, hasta salvarnos... 

Dejémonos reconciliar con Dios, y no echemos en saco roto la misericordia que gratuitamente Dios nos vuelve a regalar, mostrándonos hasta dónde somos amados... Tenemos un tesoro entre las manos, seamos agradecidos y acojámoslo comprometidamente... Recemos el salmo 50, pidiendo al Señor perdón, por la indiferencia que mostramos, tantas veces, y de tantas maneras, a su constante oferta de amor y perdón...

 "Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. 

 Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. 

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza" (Salmo 50)...


Volvamos a rezar, también hoy, unos por otros, porque todos nos necesitamos y todos nos hacemos falta... encabecemos la lista con los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Suplicamos por ello, la salud y la gracia para todos los que cada día acercamos al Señor... Con la intercesión del Beato Tito, ponemos en acto nuestra confianza, y con nuestro acto de fe, fortalecemos la comunión y acogemos la gracia y el consuelo que Dios nos da... Hoy el Papa ha convocado una jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania; no nos olvidemos de esta urgente necesidad, que todos estamos en ese dolor representados... Dios tenga piedad de nosotros y dé al mundo la paz, que el ser humano se empeña en hacerlo imposible... En nuestro convento hay exposición del Santísimo, desde esta mañana hasta las 7 de la tarde por esta intención; si alguno quiere, y puede, Dios le espera...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...