miércoles, 30 de agosto de 2017

Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La mansedumbre, sinónimo de la pobreza de espíritu, de la humildad y de la confianza de corazón, es una actitud afincada a las promesas de Dios, que nos permite vivir seguros, sin confundir lo transitorio y lo permanente... es más, supedita lo temporal a lo eterno, y se resguarda de la inmediatez de lo evidente, acunando en su corazón las verdades últimas diseñadas en la Palabra de Dios, en la seguridad de que en Dios podemos recoger todos nuestros anhelos, aunque tengamos que vivir de esperanza mientras el ser humano se decide a despertar y permitir que el mundo sea diferente...

Los mansos no son seres pasivos... conformistas... apocados... los llamados mansos en esta bienaventuranza, son los que maduraron el amor hasta la libertad de entregarse sólo a amar... de forma desmedida... sin condiciones... sean o no sean correspondidos.... encuentren o no encuentren acogida al don que reparten gratuitamente, desde la gratuidad... ellos saben que el amor es fecundo en sí mismo y siembran sin miedo, seguros de recoger los frutos a su tiempo...


El prototipo de la mansedumbre es Jesús... pero hay muchos que supieron vivir unidos a Él -como sarmiento a la vid- y poniendo los pies en sus pisadas, abrir veredas, mostrando que esta senda conduce a puerto... a veces a un precio "superior a lo debido" por la terquedad de los que aún no salieron de la tiniebla... pero en el resplandor mismo del amor que rechazan, irán siendo iluminados y encontrarán recursos, si los quieren, para entrar también ellos, en esta corriente regeneradora, capaz de cambiar el odio en amor, la venganza en perdón, la violencia en mansedumbre...

Merece la pena fiarnos de Dios... creer en su Palabra... esperar en sus promesas... optemos por la mansedumbre, recogiéndonos en el corazón de Dios, aprendiendo el amor, dejándonos amar por Él... agradezcamos este don inmerecido, generoso y eficaz para trasformar el mundo y empeñemos la vida en ello...


Perseveremos en la oración cada día, porque está Dios haciendo en nosotros grandes cosas...

Recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... queremos recibir del cielo la salud de todos ellos, a través de la intercesión del Beato Tito, que bien supo entregarse al Señor y vivir esta bienaventuranza hasta el final... el ejemplo de su vida puede ayudarnos a dar el salto a la fe, entrando sin resistencias en la Voluntad e Dios ¡¡no vamos a quedar defraudados!!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …