viernes, 21 de enero de 2022

"Misericordia, Dios mío, misericordia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La gracia y la fe son dones gratuitos que Dios da al alma por iniciativa suya... hoy le vemos en el evangelio "llamar a los que él quiso" mientras recorría los caminos de la vida, entregando a todos su Palabra y su salvación... Jesús entrega su mismo poder a los que le siguen, prolongando en ellos su misericordia...

Dios tiene un don para cada uno de nosotros, que debemos conocer y acoger responsable y comprometidamente, aportando al Reino presencia y eficacia, iluminando la vida en su luz verdadera...

El salmo 56, rezado hoy en la liturgia, pone en nuestros labios una actitud suplicante con que rezar nuestra pobreza, esperando de Dios auxilio y socorro de su infinita bondad por las veces que nuestras acciones no son testimonio de lo que decimos creer y querer, mientras vivimos...  

"Misericordia, Dios mío, misericordia,
que mi alma se refugia en ti;
me refugio a la sombra de tus alas,
mientras pasa la calamidad. 

Invoco al Dios altísimo,
al Dios que hace tanto por mí.
Desde el cielo me enviará la salvación,
confundirá a los que ansían matarme,
enviará su gracia y su lealtad.

Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.
Por tu bondad que es más grande que los cielos,
por tu fidelidad que alcanza las nubes" (Salmo 56)... 


Miremos al cielo confiados, y amparándonos en la intercesión del Beato Tito, presentemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también sus familias... que la gracia nos asista en este camino duro y difícil por el que pasamos, y desde nuestra fe humilde, constante, insistente, perseverante, nos sea concedida la salud para ellos, con el consuelo, la fortaleza, la paciencia y la esperanza, para mantenernos firmes, dando a Dios un voto de confianza... Él es fiel, y nos ama...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...