viernes, 18 de septiembre de 2020

"Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La fe cristiana es Pascual, Cristo ha resucitado ¡¡está vivo!!, y por esta victoria suya es posible en nosotros la esperanza... esperanza teologal, porque "es fiel quien hizo las promesas, y pasarán el cielo y la tierra, pero sus Palabras no pasarán"...

Hoy vemos en el evangelio, a Jesús, evangelizar con un grupo de creyentes, que por su palabra, unos han sido invitados a ir con él; otros, liberados del mal, se han creído la propuesta del Reino, y han quedado vinculados a Jesús para expandirla y propagarla, acercando su luz a las tinieblas del mundo, anunciando la alegría de la fe, y el don salvífico de la gracia, que libera, sana, y salva...

El salmo 16, acertadamente escogido por la liturgia como respuesta a esta palabra de hoy, recoge una oración de súplica oportuna con la que desear la adecuada actitud para permitir a Dios bendecirnos por nuestra acogida y adhesión, humilde y agradecida, a los valores del Reino, que con su presencia están ya entre nosotros, y que cada uno puede prolongar y expresar a través de sus acciones...

"Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño. 

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
tú que salvas de los adversarios
a quien se refugia a tu derecha.

Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante" (Salmo 16)...


Los enfermos del blog, situados en el centro de nuestra comunión, todos, uno a uno... también sus familias... son de nuevo presentados ante Jesús, por la intercesión del Beato Tito, para que sean curados, y veamos en ellos reflejar la gloria de Dios, impulsándonos todos a la conversión, sincera y comprometida... Vayamos con Jesús y aprendamos a ser cristianos de él y de su palabra...
"confiando en el Señor,  no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria