viernes, 25 de diciembre de 2020

"Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Ha descendido del cielo la paz verdadera, hoy en todo el mundo los cielos destilan miel", canta bellamente la liturgia con asombro el día de Navidad... Verdaderamente las cosas de Dios no se entienden, y no porque escapen a nuestra capacidad dejan de suceder... El mundo no está a oscuras, aunque nuestros ojos no perciban su luz... no estamos perdidos, aun sin saber dónde vamos... hay una buena noticia que compartir, y con la que alegrarnos, a pesar de la confusión, el caos, el frío de la "noche" que atravesamos...

Miremos la estrella y desandemos el camino hasta Belén, que entre pajas, al raso, nos espera la Vida y la Paz verdaderas, que aún no nos hemos dejado erizar el alma con su presencia... miremos la gloria de Dios en el milagro de la vida, sin apariencia, sin sensaciones exuberantes... despojémonos de caretas y caricaturas, y dejemos que la fe nos cuente lo que sabe...

Hay una Palabra resonando en el tiempo, y aún no hemos escuchado su voz... es la Palabra que hace diciendo... la misma que sostiene el universo y todo lo creado, de la que recibimos el aliento cada día, y la que conduce al peregrino hacia la Vida... Jesús es la Palabra del Padre que está entre nosotros para guiar nuestros pasos por el camino de la paz... El mundo no está a oscuras, aunque la niebla del pecado nos ensombrezca el pisar de nuestros pies... Belén es la respuesta de Dios al hombre, y debemos recibirle agradecidos, asombrados, comprometidos... Dejemos alumbrar la vida en la luz de Belén y recibamos la salvación de Dios, que está entre nosotros...

"Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. 

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. 

 Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor" (Salmo 97)...


Tener un recuerdo junto a Jesús, unos por otros, es el mejor regalo que podemos compartir en Navidad... pensemos entonces en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo y dejémonos iluminar, sabiendo a quién pedimos y qué queremos pedir... La intercesión del Beato Tito, vuelve a poner ante la Madre que nos muestra al Niño, nuestras súplicas humildes, insistentes, perseverantes... Que recuperen la salud todos, y que la fe nos toque el alma y nos vincule a Jesús para vivir cerca de su misericordia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria