viernes, 4 de septiembre de 2020

"El Señor es quien salva a los justos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

El Señor es quien salva a los justos"… – POR LA INTERCESIÓN DEL BEATO TITO  BRANDSMA

La fe en Jesús tiene que aportar a nuestra vida una novedad, que resitúe todo en otro contexto diferente de donde solemos mirar y ver actualmente... ya pasaba en tiempo de Jesús, que desorientaba a los que con mirada crítica hacían juicios comparativos entrando en la sospecha de las propuestas que él traía; algo de lo que tampoco estamos libres nosotros, ya que no es difícil caer en esta trampa, haciendo de la fe y el evangelio, un comodín para nuestros intereses, en vez de un compromiso para divulgar el mensaje de Jesús, y adherirnos a él, haciendo un mundo nuevo, compartido, solidario. fraterno y habitable...

No supongamos la fe... la fe es una gracia de mucho valor, que sin duda Dios concede, pero que no se mantiene, ni se crece, sin conocer a Jesús, acercarnos a él, escuchar su palabra, pisar en sus pisadas, adentrándonos en sus caminos... Nos precede siempre la gracia, pero sin incorporarnos a ella, no es posible cosechar sus frutos; de ahí, que nuestra actitud sea determinante, y de nosotros dependan los resultados...

Será de gran ayuda rezar hoy el salmo 36, propuesto en la liturgia, que nos afirma en estos principios, y por la fe, podemos hacer que se incorporen a nuestra vida de manera efectiva y eficaz, porque la palabra de Dios, es espíritu y vida, si creemos en ella sin prejuicios...

"Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. 

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. 

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles. 

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados

y los salva porque se acogen a él" (Salmo 36)...

Parroquia del Corazón de María de Oviedo: El Señor es quien salva a los  justos

Como cada día, mirando al cielo, presentando nuestras súplicas a Dios, por la intercesión del Beato Tito, pensemos, hasta recordar a todos, uno uno, en los enfermos del blog... también sus familias... los caminos de Dios sobrepasan nuestra frontera, Él sabe más que nosotros, y tenemos que dejarnos conducir por Él, que es quien conoce qué hay detrás de lo que nosotros no vemos...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria