sábado, 11 de septiembre de 2021

"Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Llevamos en nosotros el bien que hacemos, o por el contrario, el que dejamos de hacer; lo dice hoy Jesús en su palabra "No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca"...

¡¡Tantas veces somos los últimos en reconocer lo que sale de nosotros!! en el fondo, no es tan fácil ser objetivos, cuando es a nosotros a quienes ponemos en el punto de mira... nos solemos justificar mirando a los otros, y, ni damos frutos, ni preparamos terreno en nosotros para darlo...

Que la escucha continua de la palabra de Dios, abra en nosotros veneros de luz que nos permita poner en práctica lo escuchado, y sea la Palabra la que dé en nosotros los frutos de vida que compartir y multiplicar, dejando puestos nuestros cimientos, en el bien, la verdad, la justicia, la paz... Que Dios nos reconozca suyos en nuestras acciones, y por su gracia demos frutos del ciento por uno, mostrando los tesoros del reino en lo cotidiano... Recemos unidos a la liturgia, el salmo 112, para que no falte la alabanza en nuestro contacto con la fe...

"Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. 

De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos. 

¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se abaja para mirar al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre" (Salmo 112)... 


Pensemos, como cada día, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... y cobijados en la intercesión del Beato Tito, miremos al cielo suplicantes pidiendo a Dios la salud para todos y la capacidad de abrirnos a la Voluntad de Dios, madurando la fe para que los frutos nos permitan gozarnos en Dios y seamos capaces de reflejar su gloria entre nosotros y a través nuestro...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...