lunes, 20 de mayo de 2019

"No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El alma de la Iglesia es el Espíritu Santo, don de la Pascua por excelencia, y que Jesús promete a los suyos para no vivir sin rumbo, perdidos en los caprichos que nos seducen llevándonos al engaño; sino que conducidos por esta presencia, real, activa, efectiva, seamos capaces de valorar la Palabra de Jesús hasta hacer posible expresarse el Reino en nosotros, y a través de nosotros, conquistar a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que quieren vivir cimentados en la fe con el deseo de acercarse cada día a la gracia y a la voluntad de Dios...

La liturgia sigue "repasando" los discursos de Jesús antes de entregar su vida por nosotros, que a la luz de la resurrección recobran todo su sentido, ampliándonos los límites del tiempo, trayéndonos el cielo al presente, para que podamos vivir de esperanza...

El salmo 113 nos ayuda a sacar conclusiones, dándole a Dios sus sitio y reconociendo que nuestra riqueza está en acercarnos a Él, porque Él, nos da de lo suyo sin reservas... en su luz vemos la luz, en su amor podemos amar como somos amados...

"No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria,
por tu bondad, por tu lealtad.
¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»? 

Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,
hechura de manos humanas. 

Benditos seáis del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El cielo pertenece al Señor,
la tierra se la ha dado a los hombres"(Salmo 113)...


Volvamos a rezar por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo suplicantes, confiados, pidiendo la intercesión del Beato Tito, para que al ser coherentes con la fe que profesamos, hagamos posible que los frutos que demos, hagan coincidir la voluntad de Dios con la nuestra, en lo que le pedimos a Él, y en lo que Él quiere de nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...