jueves, 31 de marzo de 2022

"Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Es imposible dejarnos iluminar por la fe cuando estamos heridos profundamente por la idolatría... ¿dónde tenemos puesto de veras el corazón?...¡¡cuántas seducciones recortan nuestras alas por impaciencia, por falta de tacto, llevándonos al engaño!!...

Jesús va abriendo puertas en su Palabra, nos invita a ir con Él... pero es imposible digerir la hondura de su misterio a niveles tan primarios como los impuestos por nuestro mundo, donde se nos incita a soñar despiertos, con lo que recogemos, sin poder evitarlo, frutos baldíos de muchos proyectos sin más fundamentos que tener, poder, vivir bien... Jesús va a Jerusalén y se confía a los suyos, sin respuestas; en la medida que avanza, su verdadera compañía es la soledad ¡¡qué fácil pervertir el corazón cuando las sombras cubren el destino!!...

Seamos fieles a Jesús y contemplemos sus pasos firmes, iluminando los ojos del alma... El salmo, servido hoy en la liturgia, es una oración de intercesión poderosa, a la que debemos unirnos para recibir nosotros también los frutos de esta súplica, que quiere recibir de Dios lo imposible para nosotros, la paciencia de la fe, la luz de la vida, el consuelo de la gracia, la perseverancia cuando las sombras nos quieren seducir llamándonos a lo fácil...      

"En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba.

Se olvidaron de Dos, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam,
portentos junto al mar Rojo.

Dios hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisés, su elegido,
se puso en la brecha frente a él,
para apartar su cólera del exterminio" (Salmo 105)...


Volvamos a rezar para que de verdad despertemos al deseo de Dios sobre nosotros, y se realice con nuestra adhesión a ello -en cada uno- la obra de la gracia... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo amparándonos una vez más en la intercesión del Beato Tito, para que presente ante la Virgen y su Hijo nuestras súplicas confiadas... Sabemos que pedimos milagros, pero es aquí donde se pueden pedir, y desde aquí, de donde se pueden esperar... cultivemos la fe hasta recoger sus frutos... no dejemos de pedir por paz paz y por todos los que están en primera fila en la dramática guerra que nos tiene a todos encogidos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...