sábado, 22 de diciembre de 2018

"Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Muchos de nosotros nos hemos visto hoy en torno a la Virgen y hemos rezado de una manera encendida, confiada, agradecida, festiva, con el corazón lleno de nombres y de intenciones... los primeros, los enfermos de nuestro blog... los peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también, cómo no, sus familias... y cruzándonos en la mirada de la Virgen hemos sentido crecer nuestra fe y nuestra confianza... Ella viene con nosotros en el camino de la vida, marcando el paso para que pisemos firmes, sin desviarnos...

Bonito es que volvamos a rezar ahora, de nuevo todos a una, prolongando el eco que nos propone la liturgia en este salmo tan oportuno, y que debemos al pasarlo por el corazón, dejarnos habitar por él y alimentar nuestra fe en su contenido... 

 "Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. 

Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. 

El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. 

Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria"...



El Beato Tito, hijo fiel del Carmelo, gigante por su fe, nos acerque las súplicas a la Madre para que las reciba Jesús y nos conceda lo que insistentemente repetimos... que se curen nuestros enfermos y que la gloria de Dios, al reflejar en nosotros su omnipotencia, nos convierta de corazón al evangelio y a la vida cristiana, de forma coherente y comprometida...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...