martes, 27 de octubre de 2020

"Dichosos los que temen al Señor"...


Nuevo 27 nos trae el calendario en el mes de octubre, mes con ecos mariano y misionero, como remarcando esa estela de gracia en el tiempo, que va dejando la confianza en nuestro camino de fe, apoyados y sostenidos por la comunión, mientras buscamos sentido a lo que nos sobrepasa, ¡¡qué misterio el dolor!! ¡¡cuántas veces nos faltan recursos para hacerle frente sin vacilar!!... 

En el evangelio, hoy, Jesús anuncia el Reino con una comparación muy sugestiva, pero que no nos saca de duda si buscamos a su lado la eficacia inmediata, aunque sí nos deja certeza en el alma, si creemos su Palabra... "decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas»"...


La vida, ciertamente es más de lo que percibimos, y es absurdo querer el control de lo que no conocemos... imposible evitar el misterio y quedarnos con el control de las cosas, cuando nosotros solemos poner el tope en nuestros deseos, y el don de Dios, es incapaz el tiempo de agotarlo; al contrario, lo dilata en un horizonte infinito que lo traspasa, y ahí es donde de verdad lo realiza... Busquemos el Reino... deseemos el Reino... fiémonos de la Palabra de Dios, y avancemos por el camino de la fe, confiados, seguros... creamos a Jesús, porque Dios es fiel y cumple su Palabra...

"El temor de Dios es principio de sabiduría", temor de asombro, sobrecogidos ante su grandeza y su gloria... Bien lo canta hoy el salmo 127, con que la liturgia nos invita a rezar, renovando nuestra fe en el Dios que es amor, y nos cuida con entrañas de misericordia...

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. 

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida" (Salmo 18)...


Sigamos de ruta, acompañando a nuestros enfermos, acercándonos cada vez más a la confianza... recordándolos a todos, uno a uno... también sus familias... -incorporamos hoy a José María Calero, él reza todos los días por los enfermos del blog, y ha sufrido un ictus de forma imprevista, por lo que se encuentra en un momento crítico, necesitado de la fuerza de la comunión y de la oración de todos- ...Miremos al cielo, y pidamos por todos, para que el camino de la fe les ayude a encontrar la perla que guarda su dolor, y podamos recoger de la fe de cada uno, los frutos que deseamos... Que la intercesión del Beato Tito nos ayude a sembrar en tierra buena y recibir de Dios el ciento por uno...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...
                                                                                                                             
Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …