miércoles, 6 de febrero de 2019

" La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El aprendizaje de la fe es la vida misma, cuando referida a la providencia, vamos adentrándonos en el misterio, aceptando ser criaturas, necesitadas del sostén de la raíz a la que pertenecemos... Asociamos el temor de Dios al miedo, y su ley a represión y sometimiento, y nos perdemos la libertad que da alas para vivir el bien y la verdad desde las manos de Dios que sostienen los hilos de la historia, y donde a cada uno de nosotros se nos podría ir desvelando quién es Dios, quiénes somos nosotros, para qué vivimos, y qué valores son los que al vivir nos ayudan a crecer multiplicando el bien, la verdad y el amor...

Que tengamos buen olfato para percibir esas otras "escuelas" que quieren seducirnos con halagos efímeros, inconsistentes, superficiales... que tanto dificultan el encuentro con lo real y la incorporación a la fe, única llama capaz de traspasar las sombras de la vida sin alterar la paz y la confianza, aunque nos duela el alma por las dificultades que pasamos...

¡¡Vivir es hacer camino peregrino!! nuestro destino, traspasado el tiempo y ese horizpnte nublado por la duda y el dolor, perdura firme detrás de las tempestades inevitables a que nos vemos sometidos... Es la Palabra de Dios la que nos aporta esta sabiduría, y la liturgia nos la ofrece cada día para que nos adherimos a ella... el salmo 102, vuelve a introducirnos en el acto de fe, y es bonito descansar el alma en estos versículos, que Dios mismo dicta a nuestro corazón...


"Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque Él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. 

Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza" (Salmo 102)...



Pensemos y recordemos, como cada día, a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo suplicantes, confiados... que la intercesión del Beato Tito, nos ayude a alcanzar lo que buscamos sin demora por la fe... la salud para todos y la fe... que Dios haciendo su voluntad en nosotros nos salve y nosotros por la fe, seamos sorprendidos por los milagros que esperamos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...