sábado, 21 de octubre de 2017

"...creo en la vida eterna..."


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"creo en la vida eterna"...
Si creemos en el cielo, nuestras perspectivas al plantearnos la vida y la manera de vivir, tienen que ser diferentes, que si no tenemos detrás esta esperanza... estamos muy apegados a este mundo y a las cosas que hay en él... tanto, que no dejamos espacio para darnos cuenta lo caduco que es todo, y lo condicionado que está todo, por querer dar a lo relativo y transitorio, carácter de absoluto...

El ser humano confunde a veces, el placer con el gozo... la alegría con la risa... la felicidad con tener cosas o cumplir deseos... CREER en el cielo, es dar a Dios un voto de confianza y avanzar por la senda marcada por Jesús, Maestro de vida, que llegó hasta nosotros, para enseñarnos a vivir en esta dirección, marcando con énfasis, las señales que conducen a este destino... 


El credo cristiano está definido... la fe tiene sus pautas... si no nos incorporamos personalmente a estos contenidos, no por ello alteramos sus afirmaciones, ni anulamos su veracidad... los que nos quedamos fuera, somos nosotros...

La fe es un don gratuito... adentrarnos en ella y aventurarnos hasta vivirla como estilo de vida, es darle un perfil diferente a nuestro pensar... sentir... actuar... ordenar nuestra escala de valores a su luz, es dar tono y matices al horizonte de nuestra vida, teniendo siempre presente, al sufrir... al amar... al luchar... que todo en esta vida es caduco, menos el destino hacia el que nos vamos acercando...


Acojamos esta semilla, plantada en cada uno de nosotros desde que fuimos bautizados y trabajemos su crecimiento... valoremos el don y pongámoslo a producir agradecidamente... démosle a Dios su sitio y ocupemos el nuestro, que ése sí es a nuestra medida y está proporcionado a nuestras capacidades...

Busquemos al Señor con sinceridad y veracidad, haciendo concordar nuestras súplicas con las exigencias de la fe, en la conciencia clara de que todo es en beneficio nuestro... pensemos en nuestros enfermos... recordemos a todos, uno a uno... acudamos a la intercesión del Beato Tito y miremos al cielo uniendo nuestras súplicas... el Señor que es bueno y nos ama, escuchará el clamor de nuestra fe, y la gracia llegará a nosotros haciendo florecer este don, en la fuerza de nuestra confianza...  


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …