sábado, 10 de noviembre de 2018

"Dichoso quien teme al Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo sera bendita
(Salmo 111)...

Quien acierte a adentrarse en la sabiduría por el temor del Señor -temor que es asombro, admiración, reverencia-, se dispone a desplegarse en las mismas ramas del frondoso árbol de la gracia, desde donde se florece en el vivir de cada día... Rezando los salmos nos podemos escuchar a nosotros mismos, reconociéndonos en los sentimientos más hondos, que, o bien elevamos a Dios como clamor, anhelo, ansias; o, como luz que recibimos de Él para avanzar por sus caminos...

Nuestra conciencia está habitada por la misma presencia que nos sostiene el aliento, de ahí que si nos adentramos en nosotros mismo, desde dentro somos conducidos al bien y la verdad... No obstante, hay más voces que nos ayudan a resonar ese misterio y acoger la gracia que nos amplía las perspectivas y nos enseña caminos abiertos, llanos, extensos, donde crecer y multiplicar el bien, la bondad, la justicia, la paz...

La Escritura, que es Dios mismo comunicándose con nosotros, nos revela por la relación con Él, el mundo de la fe; y despierta en nosotros sentimientos y sensaciones, que nos hacen descubrir nuevas vivencias en el lenguaje tan expresivo de los salmos, que tanto dicen al alma del buscador de Dios mientras peregrina a la confianza...


Cómo no!! nuestro recuerdo diario, hecho plegaria por los enfermos del blog, vuelven a mirar al cielo suplicantes, a través de la intercesión del Beato Tito... para que todos, uno a uno... también sus familias... sientan la fortaleza de la fe, el apoyo de la comunión y la bendición de Dios, que les ayude a esperar seguros, firmes, serenos... Dios es más grande que nosotros y tiene respuestas a nuestro dolor, que nos quiere desvelar al corazón, dándonos a gustar otras gracias que el tiempo no extingue, ni agota a su paso...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...