viernes, 9 de abril de 2021

"La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Entrañable encuentro de Jesús con los suyos después de resucitar, cuando ellos vuelven de nuevo a su rutina cotidiana... ¡¡cómo va Jesús confirmando en la fe pascual a los suyos!!... La fe es un proceso de entrega a esta causa, pero tiene que partir de lo real, de lo concreto, desde donde vivimos cada uno... el anuncio primero es al corazón de cada uno, donde la certeza de que Jesús vive después de morir, es el verdadero empuje hacia la conversión, para que el testimonio provoque el deseo de comunión, en la búsqueda del bien, la verdad, la justicia, a fin de que podamos mostrar el Reino, mientras vivimos aún en el tiempo...

Los amigos de Jesús ya lo hacen, según los hechos de los apóstoles, como vamos viendo por la liturgia; ahí tenemos que aprender a ser Iglesia y vivir como Dios quiere, conducidos por su Palabra, y por la gracia que recibimos de los sacramentos... La fe cristiana es revelación; Dios es quien nos da a conocer su Voluntad, y quien nos llama a incorporarnos a su proyecto... hemos de pisar sus sendas e iluminar en su luz, las sombras de nuestra vida...

"La piedra desechada por los arquitectos es convertida en piedra angular", de ahí que sus caminos difieran de los nuestros, pero Él es fiel y omnipotente... acertamos si nos decidimos a entrar en la confianza... Bien recogido queda en el salmo 117, servido hoy en la liturgia, para que alabemos a Dios, devolviéndole rezada su misma Palabra, con fe y amor agradecidos...

"Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. 

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. 

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina" (Salmo 117)...


Pensemos y recordemos, como cada día, a los enfermos del blog... todos, uno a uno.... también su familias... Nos acogemos a la intercesión del Beato Tito, y amparamos nuestras necesidades, sosteniendo nuestra fe en la suya, para que el cielo nos socorra y nos alcance, con su ayuda, lo que pedimos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria