sábado, 30 de octubre de 2021

"El Señor no rechaza a su pueblo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Volvemos como ayer, a encontrarnos en el evangelio la misma actitud de hipocresía y falsedad de los fariseos frente a Jesús; y una vez más, la libertad de Jesús les deja confundidos y desacreditados, porque quienes tienen doblez, de sus repliegues quedan esclavos...

Echar un pulso a Jesús, como hacen los fariseos, es dejar al descubierto nuestras propias intenciones que suelen, tantas veces, estar centradas en el egoísmo, fruto de nuestras heridas... Jesús, en cambio, libre de sí mismo, no desvía jamás la brújula del objetivo, y no se condiciona por las trabas impuestas de quienes le quieren hacer tropezar sin conseguirlo, porque la verdad no debe ser manipulada; ella misma se abre camino a su paso...

Jesús aprovecha para seguir enseñando, y deja claro que las actitudes no se improvisan; sin ellas no se avanza por el camino recto y cierto, que nos lleva a la vida... al final, cada uno ocupará su puesto, sin apariencias falsas... bien lo recoge el salmo 93, que rezamos hoy en la liturgia, con la Iglesia, y los cristianos que rezan cada día, conducidos por la palabra de Dios...

"Dichoso el hombre a quien tú educas,
al que enseñas tu ley,
dándole descanso tras los años duros. 

Porque el Señor no rechaza a su pueblo,
ni abandona su heredad:
el justo obtendrá su derecho,
y un porvenir los rectos de corazón. 

Si el Señor no me hubiera auxiliado,
ya estaría yo habitando en el silencio.
Cuando me parece que voy a tropezar,
tu misericordia, Señor, me sostiene" (Salmo 93)...


Volvamos a rezar, también hoy, unos por otros, porque todos nos necesitamos y todos nos hacemos falta... Con la oración llegamos a todos, porque también es verdad, que todos dependemos del mismo aliento... Suplicamos para ellos, la salud y la gracia, para todos los que cada día acercamos al Señor... Con la intercesión del Beato Tito, ponemos en acto nuestra confianza, y con nuestro acto de fe, fortalecemos la comunión y acogemos la gracia y el consuelo que Dios nos da... -impresionados por la pérdida imprevista de Carmen María, hagamos una oración por su alma, confiados en Dios, aunque nos rompa los esquemas, casi obligándonos a darnos cuenta lo importante que es el tiempo, y cómo merece la pena bien emplearlo... su fe le permitirá la paz eterna y sin duda también ella nos ayudará desde el cielo para que nos volvamos todos a encontrar, ya sin suspiros ni "ayes"-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...