lunes, 17 de diciembre de 2018

"Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando la alabanza incluye la súplica confiada, la relación del ser humano con su Creador ha llegado a ser integral... La liturgia nos lleva en esto días previos a la Navidad, a tomar conciencia de la necesidad que tenemos de ser salvados; y en la misma Palabra de Dios, vemos dibujados los atributos del salvador que se acerca, matizando además que debemos esperar con la adecuada actitud que nos permite reconocerle a su llegada, dándole acogida en nosotros a fin de recibir sus dones y expresarnos al vivir desde sus valores...

La ventaja de rezar con la Palabra de Dios es que al devolver a Dios sus promesas, maceradas por nuestra fe, le comprometemos a adelantar su hora, cumpliéndolas en nosotros... Unamos nuestra voz a la de los cristianos que rezan y avancemos buscando al Señor que viene; es más, que ya está con nosotros...

"Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. 

En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. 

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra" (Salmo 71)...


Con el pensamiento y el recuerdo en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... volvamos a mirar al cielo suplicantes, poniendo en acto nuestra fe y nuestra confianza... nos acogemos a la intercesión del Beato Tito queriendo para acercar nuestros deseos a la gracia, a fin de que lleguemos a dar frutos, permitiendo al Señor reflejar su gloria en nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...