sábado, 9 de junio de 2018

"Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Una particular característica de todo Año Santo cuando es proclamado en la Iglesia, es la peregrinación hacia los lugares de culto, escogidos para dicha celebración, con el objetivo de ganar indulgencia, que se concede como gracia por estos acontecimientos... En este número, nos habla el Papa concretamente de la peregrinación: "La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada"... simbólicamente, "también la misericordia es una meta por alcanzar y requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, es estímulo para la conversión(misericordiae vultus, n. 14)...

"Es Jesús mismo quien indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta: «No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque seréis medidos con la medida que midáis» (Lc 6,37-38). Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano" ... "Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad" (misericordiae vultus, n. 14)...


Dejarnos iluminar por el contenido de esta bula que ha dirigido el Papa -con este motivo- a la Iglesia universal, es hacer práctico el mensaje del evangelio y estimularnos a ser cristianos, no de palabras, sino desde la experiencia de un encuentro real con la gracia y con la misericordia... "¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos. En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo(misericordiae vultus, n. 15)...

"Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos(misericordiae vultus, n. 15)...


El cristiano tiene que vivir en el compromiso real y objetivo de hacer un mundo más humano... más fraterno... La coherencia de nuestra fe se mide por los gestos en que la expresamos... seamos verdaderos y dejémonos conducir por la Palabra de Jesús, traídas a primeros planos por su pontífice, que ciertamente siente en su carne latir el dolor del mundo, y lanza su voz para despertarnos de nuestros letargos, llamándonos a no impedir con nuestra actitudes, la expresión del Reino en nuestro mundo, iluminando la vida humana en los valores que hacen posible su dignidad...

Miremos al cielo y abramos el alma a Dios acogiendo su don... mostrémosle nuestras necesidades... nuestra pequeñez... Pensemos unos en otros, y recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... Acogidos a la intercesión de los santos, concretamente amparados en la figura del Beato Tito, pongamos en común nuestras súplicas para que sean presentadas en la presencia de Dios, y por su bondad se compadezca de nosotros, y nos conceda lo que con humildad pedimos... Para todos, la salud... la fe... la esperanza... la confianza... ¡¡el Señor es compasivo y misericordioso!!...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María