miércoles, 10 de marzo de 2021

"Glorifica al Señor, Jerusalén"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Jesús nos enseña en su Palabra a vivir como hijos de Dios dando sentido a la ley, los mandamientos dictados por Dios mismo a la conciencia de cada uno... Vivir es convivir, y convivir conlleva contar con más cosas que mis propios intereses, gustos, necesidades... el reclamo constante de nuestros derechos nos hace olvidadizos de nuestros deberes, que son los derechos de los otros, no sólo con los que tenemos más cerca, sino con todos, porque el proyecto de Dios es global, y por eso es tan importante alargar la mirada y abrirnos a la vida desde esas perspectivas...

El mundo es la casa común de todos los hijos que Dios tiene, y eso es imposible sin afinar la percepción y acatar las cláusulas a respetar, que nos resistimos a llamar ley, pero que sin ella no funcionamos, porque es lo que hace posible al armonía y la paz, consintiendo a cada uno ocupar su sitio... Jesús condensa toda la ley en el amor, y por el amor, se plenifica su entrega, en el servicio y la misericordia, empeñando su vida a cambio de la nuestra, apuntándonos a que en su mismo amor, sea donde también nosotros amemos...    

Aprendamos a vivir como hijos de Dios en los preceptos del amor con que somos amados, y demos los pasos ciertos con que dejemos aparecer el reino ente nosotros, que es lo que Dios quiere y desea, por nuestro bien y el de todos... Alabemos a Dios, que nos enseña a ser hijos suyos, y recemos con la Iglesia el salmo 147, expresando desde nosotros la comunión...   

 "Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. 

Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos" (Salmo 147)...


Que no cesen las plegarias al cielo en estos momentos que vivimos... Pidamos fe y esperanza para los enfermos, que éso es también pedir la salud... Sabemos que el tiempo no es más que camino, y todo camino conduce a un destino... Que nos acompañe la oración sostenida por la fe de todos los que rezamos... y que la intercesión del Beato Tito, acerque al cielo nuestro dolor, y nos permita sentir respuesta de gracia para todo lo que pedimos a Dios, con humildad y confianza... Porque Dios lo puede todo, y nos ama... -recordemos que mañana intervienen a Juan, en el deseo de que todo salga bien y se recupere pronto-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria