miércoles, 31 de enero de 2018

"No temas pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"No temas pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. 
Vended vuestros bienes y dad limosna; 
haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, 
adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. 
Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Lc. 12, 32-34).

Qué bonito observar la Palabra de Dios "sonando" y "resonando", como un murmullo, una y otra vez, llamándonos a la confianza... ¡¡si nos creyéramos que el reino es para nosotros!!... Todo el empeño de Jesús es darnos esta conciencia para que emerja el don que ya está puesto en nuestro corazón, como lo más nuestro, que traemos a este mundo cuando nacemos... El reino es la gran riqueza de la vida, no son las cosas... pero hay que descubrirlo, creyendo a Jesús y acercándonos a Él, que con sus gestos y palabras nos lo manifiesta de forma tan real, objetiva, creativa y hasta atractiva... no por ello sin necesitar de nuestra libertad para aceptarlo...

La confianza es la actitud de la experiencia... tenemos que disponernos a conocer para vivir; porque si gustamos, serán éstos los raíles de nuestra vida que nos llevarán a la meta, saboreando de camino las riquezas del tesoro... Bien lo dice el maestro "al cielo no se acercan ladrones ni polilla", por eso, ahí es donde merece la pena atesorar...


Con nuestros bienes podemos también hacer camino... el desprendimiento conduce a la solidaridad y a la generosidad... compartir es crecerse en los otros, y expandiendo nuestro radio de acción, abrimos espacios de encuentros, que nos permiten descubrir nuevos valores... El primer impulso puede darlo la fe; o puede la fe, ser el primer fruto que consigamos despertar en otros al ofrecer, o en nosotros al recibir... Dios siempre estará detrás, iluminando... impulsando... motivando... en definitiva, todo es gracia... responder al don, también es gracia..

Que guardemos en el corazón, a imitación de lo que hacía la Virgen, esta palabra de Jesús que acaricia el corazón creyente... Hagamos actos de fe en ella mientras la llevamos de nuestra cabeza al corazón y agradezcamos a Dios el infinito amor que nos tiene... nos ofrece... nos regala.... gratuitamente y para nuestro bien...


Recemos, como todos los días, unos por otros, y ayudémonos a recorrer con fruto el camino de la fe... Pongamos en vanguardia a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza en esta ruta empinada del dolor aceptado... pensemos en todos, uno a uno... también en sus familias... y acogidos a la intercesión del Beato Tito, miremos al cielo sin vacilar... seguros en las promesas de Dios, dando fe a su palabra... El cielo nos devolverá en gracias los dones que no pasan: la fe... la esperanza... el consuelo... la fortaleza... el amor... Nuestro tesoro es el corazón de Dios, donde nos queremos sentir acunados en la confianza de corazón...

"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria