domingo, 4 de julio de 2021

"Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La profecía es arma para la fe... entre el anuncio y la denuncia está la llamada que Dios nos hace en su Palabra cada día, y el ser humano, creyendo sabérselas todas, suele hacer el vacío, donde mismo está para él, su mayor oportunidad... Los paisanos de Jesús, se dejaron ir la sabiduría de la vida, porque conocían a Jesús desde pequeño, y la etiqueta social que le habían colocado, no avalaba los recursos que ahora ofrecía en sus propuestas, ¡¡la apariencia!!, ¡¡los dimes y diretes,!!, ¡¡los chismes, de los que tanto nos alerta el papa Francisco!!...

Dios convive con nosotros... está en los entresijos de nuestro espacio vital, y se hace el encontradizo, nos ofrece la salud del alma, y nos quiere lanzar a la vida verdadera, llamándonos a la conversión; nos llama a la fe, nos explica la escritura; da luz a nuestros ojos, si queremos levantar la mirada y salir de las tinieblas... 

No determinemos de antemano de dónde nos ha de llegar la gracia, porque nos exponemos a no reconocer dónde de verdad está... Afinemos el alma y reconozcamos a Dios, presente, entre nosotros, acercándonos cada día su don, enseñándonos a vivir... El salmo 122, rezado hoy en la liturgia, es una súplica mantenida, que hace de la fe alabanza... recemos con la iglesia, deseando acoger la misericordia que Dios nos da gratuitamente...

"A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores. 

Como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia. 

Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos" (Salmo 122)...


Acogidos a la intercesión del Beato Tito, pedimos la salud de los enfermos, y la conversión sincera de los que queremos ser buenos, porque el pecado también es una enfermedad a la que damos poca importancia, y tiene muchas consecuencias que nos impiden realizar muchos de nuestros anhelos... Que la oración de todos haga florecer nuestras súplicas y veamos realizado lo que pedimos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria