miércoles, 16 de enero de 2019

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Mientras la liturgia nos va desvelando el ser y el hacer de Jesús, la Iglesia sigue cantando la fidelidad eterna de Dios, haciendo oír su alabanza como testimonio y proclamación de fe, señalándonos los cimientos donde apoyarnos, para vivir seguros las sorpresas de cada día...

El evangelio de la misa nos acerca a Jesús, compasivo, sensible a las necesidades de los demás, pero fuertemente vinculado al Padre, manteniendo asiduamente la relación con Él... También la primera lectura nos quiere iluminar la fe en Jesús para que vayamos seguros a Él: "Tenia que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan por ella" (Hb. 2, 17-18)...

Ciertamente, la respuesta a esta Palabra de hoy, nos la da el salmo 104, tan bien escogido por la liturgia, introduciéndonos a todos en la misma fe de la Iglesia para que no pierda su eficacia en nosotros mientras maduramos... 

"Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. 

Gloriaos de su nombre santo, 
que se alegren los que buscan al Señor. 
Recurrid al Señor y a su poder, 
buscad continuamente su rostro. 

¡Estirpe de Abrahán, su siervo,
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. 

Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac" (Salmo 104)...


Volvemos a rezar unos por otros, pensando cada uno en los enfermos del blog, en el deseo de acercarles a la gracia para que Dios les toque el alma y los cure... a todos, uno a uno... también sus familias... Esperamos el auxilio del cielo por la intercesión del Beato Tito y seguimos suplicando para que de verdad nuestra vida cristiana sea coherente y esté fuertemente fundamentada en la raíz que la hace crecer sana: la Palabra de Dios y la gracia contenida en los sacramentos, medios que necesitamos para avanzar por el camino correcto y seguro...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...