martes, 5 de febrero de 2019

"Te alabarán, Señor, los que te buscan"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Volvemos a ver la gloria de Dios, en la liturgia, reflejada en la fe de los que se acercan a Jesús... Ciertamente los milagros los hace la fe de los que buscan al Señor sin respetos humanos, convencidos de que en Él está la fuerza trasformadora que necesitamos cuando topamos de frente con la limitación, y con el realismo de nuestra condición humana, sometida al tiempo, y vulnerable a las sorpresas de cada día...

El evangelio de hoy nos da pautas para la reflexión, la oración, la súplica, el acto de fe... ¡¡no lo olvidemos!!, es el mismo Jesús -que vemos en el evangelio de la misa hoy- el que está a nuestro lado, con el mismo poder y con la misma misericordia... sólo falta que en nosotros haya la misma fe, la misma insistencia, la misma confianza, que tienen los testigos que ocupan los primeros planos... y ¡¡eso sí!! el mismo compromiso de ser fiel a lo que Dios quiere de nosotros, centrando nuestra mirada en Él, para crecer en sus valores, en sus criterios, en sus preferencias... ¡¡bien lo expresa el salmo 21 en los versículos recogidos hoy en la liturgia, que ahora hacemos nuestro, con el corazón bien dispuesto...

"Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
¡Viva su corazón por siempre!

 Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,
ante él se inclinarán los que bajan al polvo. 

 Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
«Todo lo que hizo el Señor»" (Salmo 21)... 


Acerquemos a nuestros enfermos a Jesús con nuestras súplicas llenas de fe... recordemos a todos, uno a uno... también sus familias... que la intercesión del Beato Tito nos alcance del cielo lo que sólo el cielo puede traer hasta nosotros.... y que mientras vamos de camino, la luz de la misericordia encienda en nosotros el deseo de Dios y demos el paso definitivo a la conversión, que será la tierra buena donde puedan nacer los dones que Dios quiere otorgarnos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...