domingo, 15 de marzo de 2020

"Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:«No endurezcáis vuestro corazón»"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Sugerente respuesta nos trae hoy el salmo que recoge la liturgia este tercer domingo de cuaresma "ojala escuchéis hoy la voz del Señor"... Jesús mismo exclama en el evangelio a la mujer samaritana, sedienta de aguas que no calman la sed, "¡¡si conocieras el don de Dios!!"... 

Esta crisis colectiva que atravesamos todos, histórica, donde la adversidad nos hace a todos solidarios, porque todos estamos sumergidos en el problema, es tiempo propicio para caer en la cuenta que la vida humana tiene límites... No tendrá que ser necesario una hecatombe de esta magnitud para sacar conclusiones; pero no podemos pasar por alto la situación sin que iluminemos la realidad, y rectifiquemos la actitud ambiciosa con que se pretende dominar la existencia, al margen de quien nos ha creado por amor y para amar, y a la vez, ha puesto a nuestro alcance todos los medios para que el mundo sea habitable, con capacidad de multiplicar los bienes al compartirlos, dando uso adecuado a cada cosa... Desistamos de las pretensiones erróneas de ser como Dios, y entremos en el compromiso coherente, como criaturas, de ponernos al servicio de la creación, valiéndonos de ella, como complemento de una unidad... ¿Podríamos pensar algunos "ayer de mañana" lo fácil que podía ser parar el mundo en cuestión de días?... 

¡¡Vayamos a la Palabra de Dios!!... hoy Jesús se acerca a nosotros con sed, y al pedirnos de beber, nos deja sedientos de su agua, si nos atrevemos a dialogar con Él, dejándonos seducir por la provocación de la gracia, que de manera tan sutil nos sale al encuentro, aquí y ahora... Necesitamos de Dios, y Dios lo sabe... "su paciencia es nuestra salvación"... ¡¡demos el paso!!... "Señor, dame esa agua"...

"Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. 


Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.


Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras»"(Salmo 94)...

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Mirando al cielo suplicantes, presentamos todo el dolor del mundo a Dios, para que lo ilumine y lo resuelva... nos acordamos de los enfermos del blog... de todos,  uno a uno... también sus familias... igualmente de todos los que son victimas de la pandemia... pedimos la intercesión del Beato Tito y creemos en el poder de Dios... ¡¡estamos en sus manos!!... que sepamos dar sentido al momento presente y nos cobijemos en la confianza, seguros de que Dios nos sostiene y viene con nosotros... nuestro dolor es su dolor y todo puede ser para bien, si amamos a Dios y nos dejamos amar en su amor...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …