domingo, 1 de abril de 2018

"Ya sé que buscáis a Jesús el crucificado, no está aquí: ¡Ha resucitado!, como había dicho"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"El ángel dijo a las mujeres: "Vosotras no temáis, 
ya sé que buscáis a Jesús el crucificado, no está aquí: 
¡ha resucitado!, como había dicho. 
Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos:
 "Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. 
Allí lo veréis" (Mt. 28, 5-7).

Desde el alba, se escucha en la Iglesia un cántico prolongado ¡¡como un estallido!! que une un eco, a otro, y otro, y otros muchos -hasta que estemos todos-..., convocando a ser testigos del gran acontecimiento... ¡¡ALELUYA!! ... ¡¡HA RESUCITADO!! ... COMO HABÍA DICHO... Ha triunfado el amor... la gracia... la misericordia... ¡¡murió la muerte!! ... ¡¡estamos salvados!! ... mereció la pena poner nuestra confianza en sus promesas, y "aprendimos" -viéndole sufrir- que el camino del amor, no es más que amor... sólo amor... siempre amor... para todos, amor...

¡¡Qué bonito acercarse a los encuentros de "los suyos" con el Resucitado!!... le buscan todos donde se encontraban antes con Él, y ninguno acierta a verle, hasta que la fe le descubre en el gesto simple y cotidiano donde habían creado el vínculo personal con el Amigo y el Maestro al que seguían... 


Es la fe la que se incorpora a la realidad desde esta gracia, haciendo girar la vida a otra vertiente, que la amplía en el horizonte hasta lo eterno... pongamos el corazón en los bienes de "allá arriba", y conquistemos metas que no queden condicionadas al tiempo, ni a lo temporal... empeñemos nuestra vida en lo que empieza aquí ¡¡tenemos que pisar tierra!!, pero que no termine aquí ¡¡somos ciudadanos del cielo!!...

Que el estallido de la vida que irrumpe hoy ¡¡RESUCITÓ!! ... ¡¡CRISTO VIVE!! ... nos comprometa a prolongar esta noticia, siendo testigos de esperanza... La vida se vive entregándola al bien de los demás... Y nuestro mundo necesita esta "LUZ" y esta "VERDAD" para despertar del letargo donde el egoísmo y la ambición sumergen al hombre haciendo de él un esclavo... Entremos en la experiencia de la gracia... de la fe... la trascendencia.. la vida teologal... No hay más verdad, ni más vida que la que parte de aquí y aquí desemboca... lo demás no es vivir, es soñar despiertos y vernos caídos, si alguna vez despertamos.... 


Los peregrinos de la confianza, somos hermanos por la comunión de los santos, y esta gracia encuentra su vigor, en la fe... seamos conscientes y coherentes... Como cada día, expresemos el interés de unos por otros, trayendo hasta el Señor, la fe de cada uno para que dé frutos de vida ante Él... Recordamos con especial interés a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias, para que a través de la intercesión del Beato Tito, alcancen la salud, y la gloria de Dios se manifieste en cada uno de ellos... Dios ha demostrado tener poder, al Resucitar a Jesús de entre los muertos... Puede entonces curarnos... por nuestra fe puede hacerlo...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María