miércoles, 19 de julio de 2017

Día 2.- Beato Tito, ruega por nosotros...


Cuando los alemanes invadieron Holanda en 1940, el gobierno de ocupación intentó controlar los dos ámbitos en los que Brandsma estaba más implicado: la educación y la prensa. Se intentó, por ejemplo, que los colegios católicos expulsaran a los niños de origen judío (a lo que el P. Tito se negó en el caso de los colegios carmelitas) y, poco a poco, se fueron tomando diversas medidas para asfixiar a la educación católica. En el campo de la prensa, el poder invasor pretendía que la prensa católica (bastante vigorosa en Holanda, pese a tratarse de un país de mayoría protestante) publicase las consignas antisemitas típicas de la propagando nacionalsocialista. Los obispos holandeses se mostraron muy contrarios y el P. Tito (como asistente eclesiástico de la prensa) se fue reuniendo clandestinamente con todos los directores para pedirles encarecidamente que resistiera y que se negaran a obedecer esta orden injusta.
En Enero de 1942, el P. Tito fue detenido en su convento de Nimega y fue pasando por diversas cárceles y campos de concentración hasta llegar a Dachau a primeros de junio. Allí moriría varias semanas más tarde.
En estos últimos meses de su vida, en condiciones terribles, el P. Tito supo mantener siempre la serenidad y la esperanza y, lo que es mas importante, supo trasmitir esa esperanza a los más débiles, a los que caían en el desanimo y la desesperación. Este comportamiento heroico y caritativo, no fue obra de la improvisación, sino el fruto maduro de una intensa vida de fe y de oración, rasgos que a veces pasaron desapercibidos por las muchas actividades que desempeñó a lo largo de su vida. Dicho de otro modo, tras el periodista, el profesor, el hombre de intensa actividad pública, se escondía el orante, el carmelita, el contemplativo... 


Seguimos avanzando tras las huellas del Beato Tito, en este segundo día de novena, y nos damos cuenta cómo la fe es una manera de vivir y de hacer frente a la realidad... no es la fe, algo que se coge cuando hay una contrariedad o una dificultad que resolver, no... la fe se vive siempre y se saca de ella en cada momento, el perfil que más necesitamos para avanzar en el camino recto, hacia el único destino que la vida nos acerca con el paso del tiempo... aunque pasemos por la oscuridad del dolor y del mal, la "Luz Pascual" puede iluminar ese tramo y ayudarnos a mantener la paz en medio de la tribulación... 

Lo vemos en los santos y en tantos hermanos que se fían de Dios y asumen la cruz como parte de la vida, sacándole su mejor partida a cada situación... no hay que negar que el dolor es contrario a nuestra naturaleza, aunque estemos heridos por él desde el principio... Dios quiere conducirnos a Él y va enderezando las sendas torcidas para atraernos a sus caminos y darnos en su Voluntad el bien que necesitamos... no nos esforcemos en interpretar, simplemente aceptemos que Él es Dios y nosotros sus hijos amados... no quedaremos defraudados...




Dejemos llevar al cielo nuestras súplicas de manos del Beato Tito, en estos días previos a celebrar su fiesta... tomemos conciencia de las consecuencias, a veces, de la fe... vivir no es soñar, ni sumar días a la existencia -lo hemos dicho ya muchas veces-... vivir es un don enorme, que no agradeceremos nunca bastante, pero a su vez es una responsabilidad. Todo don gratuito merece agradecimiento y repuesta... mientras más gratuito el don, mayor el agradecimiento... hay que valorar el don , pero sobre todo al Dador del don...

Necesitamos de la gracia... la oración la acerca a nosotros... vamos a rezar juntos y unidos porque necesitamos del cielo para acoger tan enorme ofrenda... los más necesitados son los que lo están pasando peor... nuestros enfermos, peregrinos de la confianza tras las huellas del Beato Tito... recordemos a todos, uno a uno y confiemos que somos escuchados, atendidos y ayudados... la Virgen nos espera y nuestro clamor le llega.. Ella nos ayudará, nuestro intercesor, se lo presenta...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …