viernes, 14 de septiembre de 2018

"No a la mundanidad espiritual"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Según el Papa, es de gran peligro el tema de la "mundanidad espiritual", como él lo llama con lenguaje propio, pero tremendamente expresivo y práctico, como suele hacer cada vez que alza la voz, queriendo que le escuchemos... Las "apariencias" son malas compañeras de camino, y esconden trampas que nos pueden hacer mucho daño, y con las que podemos colaborar al mal, propio y ajeno... 

El Papa conoce perfectamente el modelo de Iglesia al que impulsa, y nos advierte de las causas que no nos llevan a hacerlo posible, llamándonos con ello a la coherencia, porque desde esas actitudes, solapadas muchas e introducidas con sutileza en lo cotidiano, no es posible imaginar que pueda brotar un auténtico dinamismo evangelizador, ni una preocupación real porque el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las necesidades concretas de la historia... Desde el "parecer" sin "ser", 

El Papa concluye su reflexión, con palabras verdaderamente fuertes... merece la pena que retengamos este párrafo, porque en él está el impulso que sana y vigoriza, sin evadir dónde podemos ser llevados por el "parecer" sin "ser", que tan cómodo resulta y del que ninguno estamos libres de caer... ¡¡no a la mundanidad espiritual!!... "Es una tremenda corrupción con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de salida de sí, de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres. ¡Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos dejemos robar el Evangelio!" (EG. n.97)...


Volvamos los ojos al Señor pidiendo ayuda al cielo, para ser verdaderos, mientras vivimos la fe y buscamos la gracia para encontrar la verdad y asumirla como la recibimos de la revelación y la Iglesia... La comunión de los santos es un campo seguro donde fortalecer las pisadas y el corazón y ayudarnos unos a otros a avanzar en lo cierto, sin miedos paralizantes por tener que ir contracorriente...

Pensemos y recordemos, como cada día, a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Necesitados de la luz de Dios y de su gracia, suplicamos humildes y seguros, presentando cada suspiro y anhelo a quien sabemos que lo puede todo... Nos ayudamos de la intercesión del Beato Tito y confiamos... Dios nos ama y está cerca de nosotros dándonos la valentía de no dudar de su amor y su misericordia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"·...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...