lunes, 22 de marzo de 2021

"Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Hasta que no sintamos el perdón gratuito de Dios, reconocidos sinceramente nuestros pecados, seremos incapaces de corregir nuestros juicios sobre los otros, y nuestras ligerezas al resaltar lo pecadores que son los demás...  

Escuchar de Jesús "yo no te condeno, vete en paz y no peques más", es una gracia trasformadora, que ojalá nos dispongamos a dejarnos tocar por ella, porque la palabra de Jesús, la liturgia, la puede hacer eficaz en cada uno de nosotros, y hoy, lo que Jesús ofrece es su perdón, y la lección a cambio, de que todos tenemos que darnos por aludidos al escuchar "el que esté sin pecado que tire la primera piedra"... porque sin duda, todos, cabizbajos, iremos retirándonos, sonrojados, conscientes de que nos las tendrían que tirar a nosotros...

Jesús quiere curarnos; se va acercando a su pasión y muerte por el infinito amor que nos tiene, y nos pone hoy delante este gesto tan sugerente, del que tanto tendríamos que aprender... La misericordia se vierte sobre el alma de los pecadores arrepentidos, haciéndonos sentir prisioneros de nuestro libertinaje... la gracia libera, el pecado esclaviza... acerquémonos a Jesús, buen pastor, y recemos con la Iglesia el salmo 22, en el deseo de aprender confianza...

 "El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. 

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. 

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mí copa rebosa. 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término" (Salmo 22)...


Recemos humildes, unos por otros, y unamos fuerzas para reforzar la comunión y la fe... Recordemos a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo y pidamos la intercesión del Beato Tito, para que nos sintamos socorridos, fortalecidos, ayudados... Que Dios y su misericordia vengan sobre nosotros, como lo pedimos con fe, mientras aguardamos la esperanza en su poder, por su Palabra...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria