domingo, 17 de mayo de 2020

"Aclamad al Señor, tierra entera"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Salmo del día (Sábado, 5 de mayo de 2018) - La Luz de Maria

Seguimos repasando con la liturgia los discursos de Jesús en la última cena, y vamos asumiendo, por la escucha de su Palabra, actualizada por la gracia en cada uno de nosotros, las consignas dadas por Jesús para ser identificados como discípulos suyos, y manifestar al mundo otros valores, los suyos; otras actitudes, otras perspectivas...

No es fácil en el contexto que nos movemos nosotros y nuestro mundo, dar paso al Espíritu, la gran promesa hecha por Jesús una vez que Él vuelve al Padre después de resucitar; y sin el Espíritu es imposible mantenernos en su valores hasta fluir en nosotros el testimonio... Ha de consolarnos profundamente saber que Jesús nos ha introducido en su oración, y Él pide por nosotros al Padre, para que no nos absorba el engaño de lo mundano, y perseveremos en la siembra y el cultivo de los verdaderos valores que hacen posible otro mundo, otras relaciones, otros frutos de vida... 

El amor cristiano es la caridad, y la caridad es su mismo amor floreciendo vida nueva entre nosotros, mientras vamos pintado el Reino con nuestras manos, nuestras obras, nuestros pasos... Como siempre es oportuno el salmo propuesto en la liturgia para rezar hoy, porque sabemos que la alabanza da altura a la fe y nosotros queremos crecer en ella para vivirla de forma coherente y comprometida...

"Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». 

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. 

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos en él.
Con su poder gobierna eternamente. 

Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica

ni me retiró su favor" (Salmo 65)...

Si me amáis, guardareis mis mandamientos..."

Vayamos a buscar a los hermanos y acerquemos la fe de todos a la comunión, para que prenda el amor cristiano y nos sintamos todos enriquecidos... Pensemos hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... acercando a todos a las súplicas que ponemos al amparo y la intercesión del Beato Tito, miramos al cielo confiados, a la espera de que el cielo responderá bendiciendo... acogiendo... consolando... fortaleciendo nuestra débil esperanza, y acercándonos a la Voluntad del Padre, con la paz de quien cree en sus Promesas...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria