martes, 13 de junio de 2017

Jesús es el pan de vida para nosotros...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


En el discurso de  Jesús sobre el pan de vida está el soporte y la base donde sostener nuestra fe en la Eucaristía... no hablamos de cualquier Presencia, ni de cualquier Misterio, sino del "Misterio de la Fe", que ciertamente nos supera y pone a prueba la capacidad de nuestra mente, de ir más allá de las apariencias... aunque aquí nos fallan los sentidos, debe bastarnos -por tanto- la fe en las mismas Palabras de Cristo... 

La Eucaristía es el Sacramento por excelencia del Misterio Pascual -pasión, muerte y resurrección de Cristo-, prometió quedarse con nosotros y lo hizo... del misterio Pascual nace la Iglesia; deducimos pues, que la Iglesia vive de la Eucaristía... Jesús está presente en la Eucaristía «verdadera, real y sustancialmente»... 

La fe cristiana es revelada, no podemos decidirla nosotros, ni cribarla en nuestras propias conclusiones... nos hacemos daño; no hacemos lo que Dios quiere y no recogemos los frutos que esperamos... sin el Espíritu Santo no entramos por esta senda, ni nos mantenemos en ella... es un camino que provoca un cambio de mentalidad y unos compromisos concretos y objetivos, que no podemos pasar por alto, aunque nuestros tiempos se sitúen al margen de estas Verdades...


Tenemos que rezar y pedir a Dios la fe, en sus Palabras, en su Presencia entre nosotros... debemos optar por sus caminos y entrar en su Voluntad... no volvamos al pecado de Adán de querer ser como Dios... pisaremos con ello terreno que no nos pertenece y nos saldremos del camino del bien, de la verdad y del amor gratuito y entregado...

Necesitamos de verdad de esta gracia y de sus efectos... vamos a recordar a nuestros enfermos y vamos a rezar todos juntos, para que seamos iluminados y nos decidamos con valentía a ser coherentes con estos dones, tan sublimes como elevados, a los que podemos solo irnos acercando desde la humildad y la confianza, de que Dios es Dios... 

Busquemos la intercesión del Beato Tito, él puede también iluminarnos, si le miramos vivir su fe... estamos seguros que presenta en el cielo nuestras súplicas a la Virgen y a su Hijo y desde allí recibiremos sin duda el socorro y el consuelo, para seguir avanzando por este camino de confianza y de Fe, seguros de quién nos fiamos...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …