domingo, 29 de julio de 2018

"Señor Tú me sondeas y me conoces"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.

No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?

Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

Si digo: "que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí",
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día".
-Salmo 138-

Rezar un salmo de confianza como éste es ensanchar el corazón en la presencia de Dios, acercándonos al misterio que nos envuelve, sin pedir explicaciones... Sentirnos en las manos de Dios, conocidos... cuidados... cobijados... seguros... ¿cómo nos resistimos a este milagro, si sucede siempre, aunque no lo sepamos percibir?... en Dios vivimos, nos movemos y existimos... ¿a qué temer... por qué temer?...

Acerquémonos a esta gracia y despertemos a este don para que la fe florezca en nosotros, y los frutos se multipliquen al compartirlos... Dios es, lo veamos nosotros o no... lo afirmemos nosotros o no... la diferencia de decir sí a su presencia es donde nos disponemos a la riqueza que comporta y los beneficios que nos reporta para vivir... para gozar... para sufrir... Separados de la raíz, la savia no nos nutre y el oxígeno no nos llega... 


Cuando rezamos con los salmos, le damos a Dios su misma Palabra, pero con nuestro eco... saber que Dios ya contaba con lo que le presentamos, es una garantía para descansar en la confianza de corazón... la que pone en Dios todo, sabiendo que todo queda recogido y resuelto en su Voluntad...

Pensemos entonces en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... Acercando la fe de cada uno al conjunto, crecemos la comunión y nos crece a la vez, la esperanza... Nos ayudamos de la intercesión del Beato Tito, para llevar al cielo las súplicas de todos, a la espera de que el cielo nos devuelva en gracias, la fe que le entregamos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...